CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

Impulsa tu evolución con las publicaciones diarias y profundiza con nuestras herramientas

Se trata de lo que no tiene valor, de esos decimales que pueden ser despreciados porque aparentemente no aportan nada ni modifican el resultado, por lo que pueden ser despreciados y dejar de ser considerados.

Sin embargo, eso que puede ser despreciado es lo más importante. Cuando tratas de dividir una cifra como 1.000 en tres partes una tercera parte es 333,333 -puedes poner todos los treses que quieras porque no sales de ahí-, y las otras dos terceras partes son 666,666. Pero queda un 0,001, que es imposible dar entidad o posicionar. Podrías agregarlo a alguno de los tercios, pero ya entraría el error, porque donde esté ya no es una tercera parte, sino más.

Si eso lo traducimos a las experiencias de la realidad, nos encontramos con que hay algo que se sitúa en lo posible, conveniente, lo que sabes o debes hacer y lo que haces.
Hay algo mucho mayor que es lo que no puedes, no debes, lo que te dificulta conseguir lo que quieres y lo que ni siquiera sospechas que puede existir. Esto podría 666,666. Lo que te representa y sabes está en el 333,333 y lo que te dificulta, no puedes o no es conveniente, es una proporción mucho mayor, 666,666.

Queda un 0,001, que no es nada y no pertenece a ninguna de esas dos categorías. Pero ES y existe. Son esos momentos intranscendentes, inocuos, inoperantes y de total inactividad, donde simplemente existes y eres; son momentos que aparentemente no tienen validez, pero que pertenecen al puro ser siendo, donde lo único que haces es ser, existir y estar; no estás en función de nada, sino en función de estar.

En esos momentos te recargas de esencia y de energía.
Entrar ahí es el despertar. Esos momentos en que no estás haciendo nada, contienen la conexión con lo óptimo.
Aprovéchalos. Aprovecha esos momentos