CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

Impulsa tu evolución con las publicaciones diarias y profundiza con nuestras herramientas

árbol con piñas small
Este año, luna 9, es un año rojo, donde hay un sello rojo pero también una onda roja, porque estamos en la onda del dragón.
La luna 9 es el 9 del dragón. Quiere decir que llevamos 9 años moviéndonos en años caracterizados por el color rojo.

En estos años, lo que se activa es la función expresada por el rojo, que es el cuerpo, la materia, la optimización de la corporeidad y el rescate del cuerpo en su plenitud.
Por tanto también estamos moviéndonos en algo que tiene que ver con el ADN, con ese viaje del cuerpo a través del tiempo, donde el cuerpo es luz cumpliendo una misión.

Una de las manifestaciones de ese viaje de la luz cumpliendo una misión es el ADN humano, que produce una replicación que activa el espejo -la replicación es un espejo- y nos conecta con la primera replicación de la energía Dios.
De esa manera, recuperar el cuerpo glorioso, que es el cuerpo donde está presente esa replicación Dios, es parte de lo que estamos viviendo estos 9 años.

Muchas personas se habrán dado cuenta de que en estos últimos tiempos están proliferando terapias que trabajan con el ADN, con los ancestros y con la parte corpórea invisible que viaja en el tiempo.
Incluso muchas personas, si miran cómo ha sido su vida en estos 9 años, verán que han pasado a veces por grandes crisis físicas. Su vida ha estado amenazada por enfermedades graves y el resultado en muchos casos ha sido que han salido de esas enfermedades mucho mejor, sanando ancestralidad en el proceso.

Es importante que observemos qué es lo que estamos viviendo ahora desde el físico y cuáles son sus mejorías. Quizá le hayamos quitado tóxico al cuerpo a través de la comido, o hayamos respetado al cuerpo a través de actividades deportivas y de inmersión en la naturaleza, o sobre todo, quizá hayamos abierto la expectativa y la vivencia a los estados emocionales, propiciando que puedan modificar el cuerpo.
Esto es lo propio de ese tiempo, y supone una reconexión con el alma.

Lo rojo es el cuerpo y lo importante es limpiar y sanar aquello que distorsiona el cuerpo glorioso.
El tiempo del cuerpo glorioso es donde está viva el alma.
El alma está despierta y activa en el cuerpo glorioso; se está mirando al espejo.