CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Lo que hace falta es saber que “todo va a ir bien”. Saber que todo va a ir bien, pero en plan azul Tzolkin, es decir, no como un deseo, ya que significa que estás en lo precario y no tienes lo que deseas; tampoco como un conocimiento mental, como diciendo “si digo esta frase, me protejo”, porque eso significa también que estás en precario, que tienes miedo.

En sí estas dos actitudes también son útiles, por lo menos en el pasado. Ha habido un momento en el que la ilusión y el deseo podía ser útil para alinearte con lo óptimo. También ha habido un tiempo realmente muy cercano, del que casi estamos saliendo, en el que las afirmaciones positivas ayudaban a configurar una realidad, incluso desde lo mental.

Pero el azul Tzolkin está hablando de un presente donde te instalas y entras como voluntario. Es un presente adverso y por eso es necesario un voluntario, conectado conscientemente con el corazón del cielo, con el corazón amoroso de la vida, donde su actuar y su vivencia del presente contenga elementos del osar, pero del osar como experimentación, consciente.
Ya no se actúa ni desde el deseo, porque no quieres ni deseas que suceda tal o cual cosa, sino que solamente eres voluntario para vivir aquello, sabiendo, sabiendo que todo va a ir bien.

No necesitas hacer nada, ni repetir ninguna frase, ni visualizar. Solamente necesitas estar en el suceso, en el acontecimiento, con plena conciencia; quizá investigando, diciendo “mira lo que está pasando, tan raro”, “yo nunca hubiera transitado por aquí, pero aunque esto me desagrada, todo va a ir bien”, “aunque esto no es lo que deseo, todo va a ir bien”, “aunque no hay lógica en estos acontecimientos, pero todo va a ir bien”.
Todas las personas, por bien que hayan ido las cosas, por buenas experiencias que hayamos tenido, estamos yendo hacia el encuentro de lo maravilloso. O sea, por mal que parezca que te van las cosas en este momento, incluso si los diagnósticos parecen inamovibles, estamos cerca de la maravilla.

La luz entrando en la materia, que es el dragón y el Bosón de Higgs como expresión de lo rojo, o sea lo material tangible, necesita el desapego para progresar en el cumplimiento de su misión.
El DRAGÓN, como luz entrando en la materia, Bosón de Higgs, la forma, las cosas, el cubo, se expande dentro del cumplimiento de su misión como fuerza enlazadora, o sea ENLAZADOR blanco, que por un lado es una fuerza que declara su intención de conectar con dimensiones superiores, y por otro lado expresa la necesidad de desapegarse, inicialmente de las cosas, pero en realidad de los valores formales con que expresamos la realidad en este momento, porque contienen referencias al miedo, no al amor; desapegarse de la realidad conceptual en que vives es imprescindible para el salto cuántico evolutivo.
Es necesario justamente en los momentos de crisis ampliar la realidad, a través de osar (MONO), creer que desde dentro aparece lo mejor, no lo peor.
Esa es una vivencia azul, que amplía la realidad y te sitúa en el GUERRERO, que es el que amplía la realidad. El guerrero, ampliando la realidad es como Shu, que aparentemente separa el cielo de la tierra pero en realidad está abriendo la oportunidad, siendo una escalera de ascenso al cielo, porque desde la realidad del suelo, toca el cielo.
El ensueño de la noche es bueno como un inicio de lo azul, porque suceden cosas extraordinarias solamente visualizando, pero el azul del mono es tu propia vivencia. Sea como sea tu realidad interior, no tiene más espectador que tú. Pero si atraviesas desde dentro del conflicto, ampliando la realidad, transformas el conflicto en cielo. Y si lo has hecho una vez, sabes que siempre va a ser igual.
Por eso no necesitas ni desear ni afirmar, solamente estar conscientemente allí, porque sabes vivencialmente que todo va a ir bien, y entonces eres un benefactor. Y cuando eres un benefactor, estás en la estrella.