CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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El asunto del descubrimiento es cuando menos curioso.
Con “curioso” queremos decir que puedes pasar por encima mil veces sin darte cuenta y sin embargo un día paras, miras y dices ¿qué es esto?
¿Esto qué es?, ¿por qué hay tanto revuelo? Si te apartas y miras por encima del revuelo, puedes ver que hay muchos comportamientos estereotipados o patrones de actuación.

Unos están expresando mucho enfado ante algo. Otros están expresando una cierta ecuanimidad desde el enfado, como diciendo “esto es algo por la que no se puede uno enfadar”. El aspecto positivo es que desde el enfado expresan ecuanimidad o encuentran algo benéfico.
Por otro lado puede haber un grupo con una cierta suficiencia, como situándose desde la superioridad. Y también están los que con un cierto convencimiento de sí mismos y considerándose en el lado correcto, son ecuánimes y encuentran algo maravilloso en el otro lado.

Así, vemos que desde una forma abstracta y genérica aparecen cuatro comportamientos.
Por una parte hay un comportamiento de enfado, como si las circunstancias fuesen hostiles y se necesitase reivindicar y hacerse valer.
Opuesto a esto habría un comportamiento de superioridad, con un ego fuerte, de “yo puedo con todo”, “yo conozco todo” y “yo manejo todo”, donde las circunstancias parecen manipulables. En el primer caso, el exterior es algo hostil, y en el segundo es algo manipulable.

Y luego hay dos actitudes tolerantes. En una, las circunstancias, con esfuerzo y conciencia, te permiten desarrollarte. Es decir, las circunstancias son hostiles pero puedes aprender a manejarlo.
Desde el otro lado estaría la ecuanimidad desde la suficiencia, en la que te interrogas “¿qué hay detrás de todo?”. No necesitas dominarlo ni te ves en situación de conflicto, pero sí te interrogas y te sitúas ahí en una posición de investigación.

Es decir, hay dos comportamientos contrapuestos. En uno estás luchando contra las cosas desde una actitud en la que tienes que sobreactuar mucho. En el otro es una forma más mitigada, por la que consideras que las circunstancias pueden ser adversas si tienes una actitud pasiva y dejas pasar las oportunidades, pero sin embargo hay una capacidad de superación y de logro sin necesidad de pelearte sino auto-esforzándote. En uno te peleas con las cosas y en otro te auto-esfuerzas.
En el otro comportamiento hay una cierta seguridad, adoptando una actitud prepotente, donde todo es fácil para ti. También desde esa seguridad es posible que simplemente se despierte un interés.

Estos cuatro grupos podríamos encontrarlos prácticamente en todas las actividades de la sociedad, por ejemplo en una escuela.
Hay niñ@s que se esfuerzan por estudiar al máximo y colaboran con el sistema.
Hay otros niñ@s, en el lado contrario, que ponen todas las trabas posibles, porque no les interesa y se encuentran ahí obligados. Desde una actitud rebelde no colaboran, sino que al contrario, necesitan estar muy presentes pero desde la confrontación. Muchos de estos chicos son líderes, ya que con su magnetismo arrastran a otros.
Hay otro tipo de escolares que no estudian y solamente parece que lo hacen cuando les mira el profesor, y el resto del tiempo están jugando y haciendo travesuras.
Y finalmente hay otros que estudian y quieren estudiar pero se distraen. No es que creen conflicto, sino que no tienen tanto aprovechamiento porque se distraen y se les olvida que están ahí estudiando. Tienen un mundo interior dominante que les hace distraerse de lo que está pasando.

Según este planteamiento, habría cuatro grupos esquemáticos: los estudiosos que colaboran con el sistema educativo; los que lo boicotean, muchos de ellos con un punto de liderazgo, al arrastrar a otros con su actitud; los que solo estudian si les miran, y si no están ahí con sus asuntos; y los que simplemente quiere colaborar pero se distraen.