CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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¿Qué pasa con el venado?, y, ¿qué pasa con el venado tuerto?
Encontramos un hecho sincrónico actuando ante los ojos de cualquier persona que se haya sentido atraída por el Tzolkin, pero por el Tzolkin como exponente de un diálogo entre la conciencia individual y la conciencia espiritual transcendente de lo óptimo, o sea de dimensiones superiores.
Es decir, se trata de un diálogo entre un ser humano cualquiera pero concretizado, o sea tu o yo, y algo o alguien que habla desde más allá de la frontera de la forma, pero que también tiene una expresión colectiva en cuanto se dirige a toda la humanidad.
En ese diálogo se utiliza una especie de metalenguaje donde son importantes las sincronías, las repeticiones y los hechos singulares e interpretables. Entre estos hechos singulares y sincronías hoy nos encontramos con el tema del “venado”.

El venado es, en una forma muy simple de expresión, un animal más bien pacífico, que se alimenta de vegetales y que sirve de alimento a otros animales carnívoros.
Sin embargo, dentro de la terminología Tzolkin, ese animal pacífico que sirve de nutrición para otros animales cazadores, expresa sanación. El venado, manik, corresponde a la mano, y su significado está asociado a la acción y sobre todo a una acción que es sanadora.
También en algunas tradiciones el venado correspondía al dios supremo.
Nosotros nos quedamos con el sentido de sanación, y, dentro del juego de los colores, con el color azul, que le aporta el sentido de tiempo.

El sentido del tiempo es aquello que sucede en presente. El tiempo, para nosotros que lo llevamos en el bolsillo en forma de reloj, aparece como algo que está cargado con una ecuación donde “tanto tiempo = tanto dinero” y también algo así como “tiempo = trabajo y obligaciones”.
Pero el tiempo es simplemente lo que está sucediendo, y el tiempo asociado al venado, manik, la mano, quiere decir que es un tiempo sanador. Es un momento donde las cosas que suceden son sanadoras, porque el tiempo en realidad no responde a tus programas; la tierra se ha creado en un tiempo que no respondía a tus programas, y lo que esté haciendo ahora la tierra tampoco.

Hay un tiempo utilitarista, asociado al poder y al ego, y un tiempo sagrado para vivir.
Manik, el venado y la mano expresan un tiempo sagrado donde lo que sucede es sanador.
En nuestro Tzolkin está asociado, a través de su posición 7 en los sellos, con la canalización y la resonancia. Detrás del venado-Tzolkin hay estos contenidos.

Nos encontramos con que es noticia la existencia de una población dedicada a repetir un ritual sagrado en relación con el venado azul, donde caminan en peregrinación por todo su territorio, al cual le dan el nombre de madre a través de la sierra madre. Previamente a esta peregrinación buscan y expresan públicamente aquellas acciones que no han sido según el amor, quizá para sanar ese roto en el tejido amoroso que une la realidad, a través de este acto consciente.
Después peregrinan hacia la tierra madre, siguiendo un ritual repetido que les conecta con lo sagrado.
Esto es el venado, pero también aparece en Venado Tuerto, donde la inspiración de una persona y su diálogo con dimensiones superiores, le ha llevado a activar lo sagrado en la tierra, pero en un ámbito más amplio que la sierra madre. Ha ido a lugares con resonancia de madre, como puede ser la matriz, y resonancia de amor, como puede ser Roma-amoR.
Pero en este caso el venado ya no es azul sino tuerto, quizá porque en el mundo de los ciegos, el tuerto es el rey.

Encontramos una sincronía en estas dos peregrinaciones. Gracias peregrinos. De nuevo, gracias peregrinos.
Hay una pequeña peregrinación en un territorio muy localizado y hay una gran peregrinación en un territorio muy amplio que une territorios y culturas. Pero hay muchas sincronías y similitudes. Gracias.