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Hércules o Heracles es hijo de Zeus y de la mortal Alcmena, que también significa en otro plano el poder de la luna. Podemos traducir la luna en otro plano como el concepto de agua, que también es la emoción.

Entonces, estamos viendo que se trata de pasar de un plano a otro, ya que al intentar expresar con palabras te das cuenta de que la realidad tiene diferentes planos, y eso es cuántico.

Al hablar de los dioses, de las energías divinas o simplemente inmateriales, necesitamos darnos cuenta de que nos estamos moviendo en distintos planos de la realidad, que pueden estar plegados y de repente se despliegan, mostrando otro aspecto de la realidad, pero que no es un aspecto sino una realidad.

Es decir, muestra una realidad dentro de otra, y tú puedes elegir. Pero por algo que puede ser traducido por “vagancia” no vuelas, porque si eres vago no vuelas, o podemos traducirlo por “seguridad”, y esa seguridad te convierte en materia pesada, que tampoco vuela.

Pero si te das cuenta puedes seguir volando, es decir entrando en otras realidades de la realidad, desplegando la realidad plegada.

Entendemos que cuando hablamos de los dioses, energías divinas o inmateriales, estamos hablando de conceptos. Si entendemos o creemos que los dioses quieren “sacrificios” para que no estén enojados y nos sean favorables, entonces de nuevo nos quedamos fijados en una realidad. Pero si estas fuerzas son conceptos, entonces podemos entender que se trata de un diálogo. Si  hacemos sacrificios para que los dioses sean favorables se acaba el diálogo, y el diálogo es el vuelo. Se acaba el diálogo porque no vuelas.

Encontramos que Hércules es hijo de la energía divina y de una madre mortal que contiene el concepto del poder del agua, de la emoción, pero que es humana. Entonces, vemos que lo que llamamos Hércules, que puede ser cualquier ser humano, como símbolo de cualquier ser humano, es en parte humano y material, y en parte perteneciente a la realidad que no necesita materia para SER.

Zeus es hijo de Cronos, que es un Titán. Pero Zeus desbanca a su padre, vence a esa fuerza titán. En los términos de la tecnología actual, la informática, podemos decir que hay un programa, Titan, y ahora hay un nuevo programa, Zeus. Así, los seres humanos son descendientes, hijos, nietos de los titanes vencidos por Zeus.

De forma similar Cronos, como representante de los titanes, que también son fuerzas invisibles, ha vencido a su padre Urano, es decir, a lo anterior. Ha aportado una nueva realidad, una nueva versión, una actualización, de la misma manera que Zeus, que también es hijo de los titanes Crono y Rea, representa una nueva expansión de la vida, que sale de lo que significaba Titán y se transforma en algo que significa la vida inmortal en el mundo del amor, el Olimpo.

Entonces, Hércules, cualquier ser humano, aparentemente es solamente hijo de los titanes, pero en la realidad real es hijo de Zeus, lo que desbanca, elimina o amplía esa realidad. Uno de los signos distintivos es que Zeus ama a sus  hijos y los lleva a vivir a la realidad del amor y la inmortalidad, mientras que Cronos devora a sus hijos, es decir, los lleva a la no existencia individual. De alguna manera la individualidad aparece asociada al amor.

Cronos tiene un significado de tiempo, pero tiempo dirigido a la muerte, por eso devora a sus hijos. Y Zeus invita a sus hijos a la inmortalidad en el amor. De esta manera es un nuevo tiempo. La realidad entonces aparece como un tiempo.

A su vez el tiempo-Cronos es hijo de Urano y Gea, la tierra, siendo Urano el cielo. La tierra y el cielo entonces muestran el espacio. Primero es la tierra y al crear Urano-cielo lo que está creando es espacio, la posibilidad de existir con un cuerpo, con un volumen.

Entonces, un ser humano, Hércules, sería fruto de la posibilidad de existir en el espacio como biznieto de Gea-Urano, y del tiempo como nieto de Cronos-Rea. Cronos es el tiempo y Rea es una concreción del tiempo, ya que Rea es el flujo menstrual, y la menstruación es una expresión del tiempo. Cada ciclo de 28 días está hablando de tiempo.

Cronos y Rea son lo mismo. Por eso son una pareja. Y Urano y Gea es lo mismo, como espacio, y por eso son una pareja. Son lo mismo. Es un espacio en las tres dimensiones, en el volumen: espacio para el volumen, para el cuerpo.

Pero si Hércules se mantiene simplemente en la realidad del cuerpo, no vuela, no aparece otra realidad. Se mantiene en la realidad que ya no está en la vida, que ya está derrotada, la realidad de los titanes vencidos por los dioses, vencidos por la inmortalidad. Es un programa obsoleto.

Los titanes son la vida mortal, pero existe ante la conciencia la vida inmortal, que es la vida del amor. La vida de los titanes, la vida material, la vida de las cosas, de la riqueza, de la seguridad que da el poder y la acumulación de recursos, es derrotada por la vida del amor.

En realidad, no hay guerra ni uno derrota al otro, sino que uno es expansión del otro. La realidad se despliega en una realidad maravillosa.

En la realidad del espacio no hay personas hasta que empiezan a aparecer los hijos de Urano y Gea, que son los Titanes, y también los hombres como cuerpo, que no conocen la inmortalidad.

El mundo de las preocupaciones, los problemas, las enfermedades y las guerras es el mundo de los titanes. Por poderoso que seas no estás en el Olimpo, no despliegas la realidad. Siempre hay una elección, y en esa elección puedes volar y desplegar la realidad o quedarte pegado a la tierra.

Uno de los símbolos de Cronos es la hoz, la que corta, que es también el símbolo transformado en guadaña, de la muerte. El paso del mundo de la hoz o la guadaña al mundo del amor, de la inmortalidad es desplegar la realidad a través del diálogo con lo invisible maravilloso, que no quiere sacrificios sino diálogo, conocimiento. La realidad de la maravilla quiere conocimiento, conocimiento de Dios, conocimiento de lo invisible. Ese conocimiento, esa conciencia es lo que abre esa realidad, y no los sacrificios. Ni sacrificios humanos, de animales o materiales para aplacar a ese Dios, sino diálogo, reconocimiento, conciencia y amor.

José Cabal. Viatzolkin.com

Extracto del libro en preparación que quizá se llame “Echando unas risas con Hércules en el chiringuito de Hebe”.