CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Introducción a la onda evolutiva de la semilla

A la semilla como sello se le da el sentido de florecer. En la relación de ocultos se le asocia con la tierra. Una semilla se planta en la tierra justamente para florecer, algo que está claro para cualquier persona que tenga un trozo de tierra, un jardín o un simple tiesto.

Si estamos hablando de personas y utilizamos estos contenidos como símbolos, encontramos que en el código Tzolkin la semilla tiene una fuerza desde dentro, que podríamos llamar fuerza autoexistente, que le viene dado por ocupar el lugar 4 en los sellos. Esa fuerza es expansiva, o sea hacia fuera, y va a dar como resultado el florecimiento.
Es decir, algo asociado al 4, que es la forma de la forma, red que da forma a todas las cosas o el aspecto formal, está asociado a la semilla como sello.

La forma de todas las cosas responde a leyes internas; es autoexistente. La forma de un árbol, de un perro, de una estalactita, de una nube…, todo se forma desde dentro, desde su conciencia interior de ser nube, estalactita, perro o árbol.
Si de repente tuvieses conciencia de ser algo, por ejemplo estrella, tomarías la forma de una estrella; si tuviese conciencia de ser un peine, tendrías forma de peine.
Es importante saber qué te dices a ti mismo que eres.
La forma que tiene un perro le viene de sus cromosomas, que es algo interior.
La forma de una nube le viene dado por cómo se asocian las moléculas de agua.
Una estalactita se va formando durante mucho tiempo, porque va persiguiendo esa idea. Le da igual que pase una hormiga, vuele un murciélago o que haya una guerra en la cercanía. La estalactita va a su rollo, sin consultar a nadie. No sigue ninguna moda momentánea.

La semilla como sello, desde su autoexistencia se asocia con la tierra. Nutre su autoexistencia de la tierra. Esto en el código Tzolkin, que está hecho para las personas del siglo XXI, significa que ese programa interior autoexistente -porque hay un programa en la semilla que va desde su autoexistencia expandiéndose hacia el florecimiento, y que humanamente podemos traducir por “se como eres” o “sé tú”- va a sacar una nutrición especial de la tierra, que significa voluntario.
El ser voluntario va a potenciar tu fuerza autoexistente.
El ser voluntario va a afianzar y a dar fuerza a tu raíz de adentrarse en la realidad, para ser tú.

Eso sucede a nivel de sello, pero también hay un diálogo donde se utiliza la semilla como onda. Aquí la semilla no va a sacar la fuerza para expandir su realidad de ser voluntario, porque ese es un trabajo personal, sino que se asocia con la serpiente, que significa luz interior y es el número 5.
La semilla como onda al mismo tiempo va a verse potenciada y potenciar dos conceptos, la luz interior y el 5.

El 5 es lo óptimo, porque es el castillo verde, el dodecaedro, el éter y el cielo.
La semilla como onda no se dirige a una persona, como sello, sino que está hablando de un trabajo grupal que hace activar tu luz y la de todas las personas. La luz interior viene expresada por la serpiente, que es la onda asociada a la semilla. Es decir, tú eres más tú siendo voluntario y activando tu luz interior y tu kundalini.
La kundalini en una persona inhibida no puede florecer. Al mismo tiempo la activación de la kundalini propicia la aparición de la quinta dimensión, de la sociedad de la estrella y del éter.
Por eso, la semilla como onda está activando la luz interior y propiciando la aparición de lo óptimo.