CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

Impulsa tu evolución con las publicaciones diarias y profundiza con nuestras herramientas

El juicio de Osiris es otro nombre del presente. El juicio de Osiris es otra forma de nombrar el presente, otra forma de llamar a lo que haces cada día y cada momento. El juicio de Osiris es otra forma de decir que estás vivo. Solo que no solo es un nombre sino más bien una descripción y un programa, claro que para eso tienes que estar despierto.
Estar despierto es saber que todo lo que haces, piensas, sientes y dices es pesado, es evaluado, es medido y es tasado, y del resultado de ese pesaje, de esa acción de pesar, medir y tasar va a ser que se abra una puerta o que no se abra. Lo importante es que se abra, porque si no, te quedas ahí y no pasas. Y si no pasas no es divertido.

Podría pensarse que “El juicio de Osiris” está en el futuro. Podría pensarse que es algo que los antiguos egipcios, constructores de pirámides, situaban después de la muerte física, y como tu estás todavía vivo, entonces podrías pensar que no es ahora sino luego cuando te mueras, pero no. No, para nada.
El juicio de Osiris es ahora, es el presente, y es importante saberlo. El juicio de Osiris es oportunidad. Es la oportunidad de encontrar la puerta y la oportunidad de que la puerta se abra. El presente es oportunidad. El presente es la oportunidad para entrar en el gozo, en la plenitud; es la oportunidad de reconectarte con la realidad Dios, o sea con tu ser espiritual, contigo mismo, pero en lo óptimo.
Ciertamente nosotros estamos en el presente y vivimos en el presente, pero aquellos que hablan del juicio de Osiris no están en el presente, están en el pasado. Así, nosotros estamos y somos el futuro de donde sucedía el juicio de Osiris, de aquel pasado.
Si aquel Egipto es el presente, nosotros, nuestro hoy, es el futuro y está ahí como una ayuda.

Para los antiguos egipcios el juicio de Osiris sucedía en la Duat, que es como decir en el inframundo. Los antiguos egipcios también son aquellos que salen de Egipto para entrar en la Tierra Prometida, benditos sean, cuya realidad presente es haber enlazado, encontrado e informado a todos los humanos de hoy, a todas las culturas y a todas las sociedades sin excepción.
Podemos decir, como dice Wikipedia, gracias Wikipedia, que “El juicio de Osiris era el acontecimiento más importante y trascendental para el difunto, dentro del conjunto de creencias de la mitología egipcia”. Podemos creer que es algo que sucedía después de la muerte, o sea en el futuro, no en el ahora. Y así es, y era, si estás dormido, porque entonces morir era despertar para volver a encarnarte y entonces volver a tener la oportunidad de hacer bien las cosas para que la puerta se abra.

Wikipedia, gracias Wikipedia, sigue diciendo “En la Duat, el espíritu del fallecido era guiado por el dios Anubis (que era un cánido, un perro, y fíjate si hay perros ahora, están por todos los sitios, para mucha gente son como hijos, pero también son ángeles) ante el tribunal de Osiris. Anubis extraía mágicamente el IB, el corazón, que representa la conciencia y moralidad, y lo depositaba sobre uno de los platillos de una balanza. El IB era contrapesado con la pluma de MAAT, símbolo de la Verdad y la Justicia, situada en el otro platillo. Mientras, un jurado compuesto por dioses le formulaba preguntas acerca de su conducta pasada y dependiendo de sus respuestas el corazón disminuía o aumentaba de peso.”
El asunto es que para pasar la prueba el corazón tenía que ser ligero, no pesado. Tenía que ser más ligero que una pluma, pesar menos. Osiris al final del juicio dictaba sentencia. Si era positiva, o sea sus acciones eran ligeras como la verdad, la persona pasaba a vivir eternamente en el gozo con su cuerpo. Pasaba a ser benéfico con su KA, fuerza vital, su BA, alma, pero también con su cuerpo físico reconocible. De modo que el Juicio de Osiris era el previo a esa plenitud.

Podemos creer que esa Duat donde era pesado el corazón, o sea las acciones, pensamientos, actitudes, sentimientos, etc., sólo estaba situada en el futuro, es decir, después de la muerte. Pero no, la Duat es también el presente. El inframundo es el presente.
El inframundo, el sufrimiento, la enfermedad, la ruina y el envejecimiento son el presente. Pero existe la puerta, que es el juicio de Osiris, cuando tu corazón es la verdad y la justicia.

La Duat, también según Wikipedia, gracias ángel Wikipedia, era el inframundo de la mitología egipcia, lugar donde se celebraba el Juicio de Osiris y donde el espíritu del difunto debía deambular, sorteando malignos seres y otros peligros, según se narra en el Libro de los Muertos, pasando una serie de puertas, en diferentes etapas del viaje, descritas en “El Libro de las Puertas”. Así, el Inframundo, la Duat, es el lugar de las puertas, o sea los aciertos que abren puertas. También es el presente porque es el día. Pero por la noche. Pero el día, porque el día es noche y día. Eso es un día. Una vuelta de la Tierra, la Madre Tierra, sobre su eje. Pero también es un quantum de tiempo, o sea de oportunidad. La noche es normalmente cuando duermes, que es cuando estás dormido.

Nosotros hoy a ese quantum de tiempo lo asociamos con que la Tierra da una vuelta sobre su eje. Nosotros somos el hoy en esta historia, pero aquellos señores de aquel Egipto no decían eso, decían que era el sol, Ra, el que daba una vuelta a la Tierra para volver a aparecer en la salida del sol por el horizonte. Eso era el orden, la vida, y la función de Ra de crear permanentemente la vida. El tiempo, que desaparecía por la noche, decían que estaba en la Duat. Pero si nosotros estamos en el sufrimiento, la enfermedad, el envejecimiento, la infelicidad, etc., somos nosotros los que estamos en la Duat, en el inframundo, de modo que somos nosotros los que estamos en la noche. Si no estamos en la luz, estamos en la oscuridad.

Si nuestras acciones no son de la luz, es decir de la justicia y de la verdad, es porque estamos en la noche, quizás dormidos. Por eso el tiempo es la oportunidad de despertar, pero eso sucede según sean tus acciones.
El tiempo es la oportunidad de atreverte a vivir escuchando tu conciencia. El tiempo es el presente, que es lo que haces, y lo que haces te transforma y te abre puertas cuando actúas sin miedo desde el amor.

Según esta mitología, o sea siguiendo este mapa espiritual, quien te lleva hasta Osiris, que es el que abre la puerta como una especie de San Pedro, es un perro, Anubis, y lo que significa el perro es el amor incondicional.
La oportunidad está siempre, pero lo que activa el momento especial es cuando actúas desde el amor incondicional.
También está presente en ese momento especial Tot, que es la palabra. Es muy importante lo que digas. La mejor palabra es la bendición, la palabra de ánimo y de amor. La palabra reconstruye lo roto y también abre las puertas.
Perdón, gracias, bendición.