CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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El agua es el elemento líquido de los sólidos platónicos y está expresado por el icosaedro. En el código Tzolkin puede ser encontrado en el color blanco.
La adherencia atribuida al agua no es una característica intranscendente sino muy al contrario, es totalmente transcendente. La adherencia es una característica del amor.

La luz cumpliendo una misión crea lo sólido, que es lo que permite la existencia de la tierra y del cosmos, y en el cosmos del ser humano, para que su conciencia se expanda y entre en una dimensión gozosa.
De la misma manera, el amor une y crea realidad; los lazos que crean el amor tejen una realidad sólida y amorosa.
Es importante para muchas personas encontrar la solidez del amor que les rodea y les permite estar vivos.

La malla del Tzolkin es una unión de este tipo, blanca y amorosa. En el centro están el espejo blanco y el perro blanco (el espejo como onda y el perro 13 justo en el centro), asociados al tiempo. Fuera del tiempo está lo atemporal, pero en el tiempo es donde se crea esta solidez que favorece la vida.

En la imagen de Isis como árbol, Isis aparece dando alimento y nutrición con su pecho al emperador, al que es hijo de Dios, Sa-Ra.
El calendario es tiempo, es azul; el transcurso de los días es tiempo, es azul. El calendario une a todos desde el conocimiento de que Sa-Ra, ser hijo de Dios, es para todos y es la experiencia de todos los seres humanos. Por eso todos los seres humanos están convocados a expandirse en ese tiempo común donde todos son hijos de Dios.

Lo que llamamos blanco, el agua, y calificamos como adherente, no es solamente adherente, porque entonces tú serías pasivo frente a esa fuerza. No, en absoluto, porque cuando el lactante entra en contacto con la leche de la madre, responde con adherencia.
La adherencia no está solamente en lo blanco, sino que despierta algo en ti; te crea y aporta algo.
La imagen de Isis resucita a Osiris. Es similar al lactante que despierta a lo adherente. Isis viva despierta la vida en esa persona muerta. Isis viva, desde su amor -Isis es el ejemplo de amor- transmite vida, y esa materia inerte responde convirtiéndose en materia viva.
Podemos ver que la onda del perro, que es el amor incondicional, trabaja junto con la onda de la tormenta de la resurrección. El amor es resucitador, como Isis.

La característica adherente que se manifiesta en lo blanco no es como un cepo que atrapa y del que quieres escapar. No, al contrario, es una adherencia que despierta lo adherente; es una adherencia amorosa que despierta una respuesta amorosa, y eso es una característica transformadora y resucitadora.
Podemos considerar experimentalmente que el Tzolkin – todas las personas que están interesadas por el Tzolkin tienen ese tipo de experiencia- es como un pecho de Isis, porque te atrae. Es adherente porque te atrae, pero cuando lo conoces, tú eres el adherente, porque te agarras a esa nutrición y te transformas.

Es un hecho milagroso cómo la vida se transmite y cómo el amor puede resucitar a las personas.
Por eso es importante que las personas encontremos cómo es el amor lo que sustenta nuestra vida. Hablamos del amor incondicional, más allá de otros tipos de amor. El amor incondicional soporta la vida; te da un suelo donde estar y espera que te despiertes.