CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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La ayahuasca tiene dos componentes y eso establece un maridaje o enlazamiento que crea una nueva sustancia y una nueva realidad.
Eso no lo hemos inventado ni tú ni yo sino que sucede, es así. De la misma manera, el desplazamiento de la kundalini, desde los lugares más altos del viejo mundo como es el Tíbet en el Himalaya, y que se transforma en kundalini del agua, viene precedido por un enlazamiento de la humanidad, que establece también un maridaje.

Una de las primeras expresiones de este movimiento está asociado con la lengua española. La kundalini del agua, que se desplaza del Tíbet a los Andes, aparece en estos últimos tiempos asociada con un nuevo territorio unitivo que está acotado como frontera por el idioma español.
Este desplazamiento del agua, de la kundalini del agua donde aparecen las emociones, ha sucedido y se ha asentado en los Andes en un lugar donde previamente se había asentado la realidad espiritual asociada al idioma español.
Esto no hace de menos a los cientos y miles de idiomas que estaban hablando los pobladores anteriores a la llegada del español a la zona. Buscar un motivo de conflicto por esto es una reminiscencia y una oposición a la expansión de la kundalini emocional del agua que borra fronteras, porque precisamente cada idioma es una frontera, y hablar de cien o mil idiomas es hablar de cien o mil fronteras.

El territorio de América básicamente es poblado desde dos direcciones, una hacia el este, buscando el sol, con los pueblos que vienen desde Siberia, Mongolia, etc., cuyos idiomas aparecen asociados a estos cientos y miles de idiomas que hablan algunas de las naciones nativas americanas, que también se denominan originarias. Además, muchos de estos pueblos son extraordinariamente chamánicos, teniendo de hecho la palabra chamán un origen asiático.

La otra línea de población de América es la que va siguiendo el sol, del este al oeste.
De esta manera, los que van desde el viejo mundo hacia el este se unen con los que van desde el viejo mundo al oeste. Esa es América.

En realidad hay dos masas continentales y no cinco o seis. Una es el viejo mundo, donde Asia, Europa y África, con sus islas, están unidas prácticamente caminando.
La otra masa continental es la que une la Antártida, América del sur, América del norte y Groenlandia.
América del Norte y América del Sur están unidas a través del territorio en Centroamérica (Panamá, Honduras, etc.), llegando ese territorio por una parte hasta el polo norte, que es una masa de agua con islas donde se encuentra Groenlandia, que realmente está en América, y por otro lado hasta el polo sur.

El nuevo continente une los dos polos y es una masa alargada de tierra emergente. Cuando había menos hielo la Antártida era visible. Por eso en los mapas antiguos de los siglos XV y XVI ya aparecía la Antártida, porque aunque ya estaba bajo el hielo se reproducían mapas más antiguos donde no tenía hielo. Eso ha sido comprobado desde los satélites, que pueden medir a través del hielo la forma de las costas, comprobando que coincide con la que aparecía en esos mapas.
Esto está unido con América.

De hecho la cultura más antigua en América data de hace 20.000 años y está en la zona del sur, cerca de la zona de influencia de Tiahuanaco y Atacama, de donde son las momias más antiguas. Son pueblos del agua.
Toda esta gente se relaciona con los pueblos de las islas del pacífico (Australia, Tasmania, Papúa, etc.) y tienen idiomas con esa reminiscencia, expresando una cultura similar (nombres de dioses,…) y también racialmente similar.

Entonces, en América es donde se asienta la kundalini emocional, donde el uno reconoce al otro, al dos, y donde el dos reconoce al uno.
Los que van en una dirección reconocen a los que van en la otra dirección. Parecen extraños, alejados, que no tienen vínculos comunes, pero sí los tienen.

Cuando los chamanes convocaron a los habitantes de Veracruz en México – los Totonecas y toda esta zona está relacionada con Teotihuacán, varios miles de años antes de la llegada de los aztecas y naguales-, lo hicieron donde fue a desembocar, parar o tocar tierra Cortés.
Podemos hablar de guerras pero también de una realidad mágica que transciende los conflictos políticos e incluso los económicos, que es una forma de crear ese maridaje, de la misma manera que, como decíamos al principio, entorno a la ayahuasca se crea un nuevo componente.
Pero ciertamente para formar la ayahuasca hay que cortarla, ya que no se forma si la liana sigue siendo una liana, extrayendo su vitalidad de la nutrición de las lianas, sino que cuando se corta y se cocina, es decir, cuando hay un cocinamiento o desmenuzamiento, se crea una nueva realidad.
Cuando Cortés llega allí, los chamanes dicen “vienen nuestros antepasados”. Muchas personas que viven todavía en el mundo de la guerra deben pensar qué querían decían los hombres sabios con la expresión “vienen nuestros antepasados”, ellos son nosotros, nosotros somos ellos.