CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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La familia señal se corresponde con una energía del más allá o angélica.
Está formada por la noche, la estrella, el caminante del cielo y el espejo.

La noche tiene que ver con la capacidad de realizar los sueños y con la visualización creadora como actividad en la cuarta dimensión.
La estrella es la armonía, la estética y por supuesto la sociedad celeste.
El caminante del cielo es la capacidad de traer el cielo a la tierra, y también la transcendencia de la solidaridad y de la energía femenina.
El espejo es la realidad, ayudando y aportando energía de dimensiones superiores, de característica altamente espiritual, gozosa y exaltante. Está asociado a la ley del amor y al in lak’ech o “yo soy otro tú, tu eres otro yo”.

La física cuántica nos habla de múltiples realidades y de cómo podemos elegir aquella realidad en la que queramos vivir, y el espejo y su familia tienen que ver con ello. Si en lugar de elegir una realidad, simplemente vives por inercia en una realidad “heredada” y que además no te gusta, entonces estás perdiendo tu tiempo y no estás siendo útil para la humanidad.
Los sabios mayas relacionaban el sueño con la realidad, al ser la noche el oculto del espejo. Será cuestión de experimentar, porque puede ser mucho más divertida la vida.

Es interesante el conocimiento de esta familia para las personas que nacen en ella, porque en algún momento pueden tener un deseo de parecer más “normales” de lo que son.
Su característica vibracional puede suponerles en algún momento un conflicto con una realidad que sea demasiado material y hacerles sentir incómodos, y entonces durante un tiempo quizá no se expresen con fuerza.
En realidad, su vibración es muy fuerte y son más bien las personas que lo miran desde fuera, por ejemplo sus padres, los que se sienten preocupados.
Las personas de la familia señal corresponden a las características que se han asociado con los niños cristal, donde lo que más suele preocupar a los padres es la dificultad aparente para expresarse o interesarse. Pero en realidad, estas personas cada vez expresan y transmiten más seguridad. Y muchas veces lo que es aconsejable es que las personas que les rodean observen sus soluciones.

Una de las opciones en esta familia es adentrarse en la meditación, en la contemplación a través de la noche y del espejo.
Por ejemplo puedes evocar los veintidós cromosomas, que muy bien pueden estar representados por la continuidad de los veinte sellos, añadiéndoles al principio el sol y al final el dragón.
También puedes utilizar las láminas del tarot, las letras hebreas o cualquier otro sistema que responda a tu intento, ya que la creatividad es el regalo y lo que te habilita.

La familia del día verde ocupa el tercer lugar en la secuencia ordenada de las familias, mostrada por la secuencia de los colores en los sellos, ya que el tercer sello corresponde al color azul y es la noche.
Así, esta familia ocupa el lugar central, por lo que está asociada a todos los contenidos que expresa el Tzolkin en relación con el concepto central, que fundamentalmente es el corazón, siendo la Madre tierra el vehículo donde puedes alinearte con el centro de la galaxia, es decir con el corazón del cielo, justamente cuando encuentras el corazón amoroso de la tierra, es decir su centro.

LOS OCULTOS EN LA FAMILIA SEÑAL:
Todas las familias enlazan con otra familia diferente como oculto, pero la familia señal se relaciona consigo misma, ya que son ocultos entre sí el caminante del cielo y la estrella, la noche y el espejo.
El oculto es la expresión de un espejo, y a través del espejo las personas se relacionan con las demás personas. Esta familia, al ser su propio oculto, de alguna manera dice que es espejo.

LA FAMILIA DEL DÍA SIN TIEMPO O ANGÉLICA:
La familia señal es la que ocupa siempre el día sin tiempo o día verde (25 de julio, día de Santiago), de modo que hay una intencionalidad en señalar en estos sellos una fuerte conexión con la energía de dimensiones superiores, por lo que muy bien podría llamarse a esta familia angélica o representante de una energía de más allá de la realidad habitual.

Así mismo, la noche también transmite a toda su familia la característica de ser el día fuera del tiempo, justo antes de la semilla, que confiere a su familia el ser inicio del tiempo.
Habla de un momento concreto, que es la oscuridad de la placenta, del periodo antes de nacer y de las experiencias intrauterinas y previas, porque el espacio en lo atemporal de la noche es el de antes de empezar el tiempo, pero un tiempo diferente del mítico que representa el dragón o el viento.
El viento es como las llamas que salen de la boca del dragón, y la noche es como las raíces de la semilla. La noche está antes de la manifestación, pero muy cerca.

Hablar de la noche y del espejo es hablar de realidades muy poco materiales, y hablar de la estrella y del caminante del cielo es más bien hablar de realidades celestes.