La historia de Hércules no es una historia, es una leyenda o cuento simbólico, donde NADA ES LO QUE PARECE o “al revés te lo digo para que te enteres”.
Hay una “confusión” en el tiempo, en la realidad. La historia oficial es que Hércules es hijo de Zeus. Esa es la historia reconocida que no admite duda.
Sin embargo, Hércules no es Hércules. Hércules es Alceo. Y cuando decimos que Hércules es el hijo de Zeus, podríamos pensar que Alceo es el hijo de Zeus, pero no es así. Lo que de alguna manera cuenta la historia de Hércules es cómo Alceo descubre que es Hércules, y entonces hay ese cambio de nombre que sucede en toda iniciación. Es como un nuevo nacimiento. Cuando Alceo abandona la realidad de Alceo, entra en la realidad de Hércules, que es hijo de Dios.
Alceo, que luego será llamado Hércules, es un asesino, que en algo que se puede denominar locura mata a su mujer, sus hijos y a otras personas de su familia. Pero cuando vemos que su padre también es un asesino y su abuelo también es un asesino, y que son asesinos matando gente de su familia, encontramos que lo que podemos denominar “ataque de locura” está presente en su realidad ancestral.
Para algunas personas la realidad ancestral puede no ser importante, pero como experiencia pueden darse cuenta de que están repitiendo historias ancestrales. Y ese descubrimiento les permite salir del disco rayado, de la repetición inútil y sin sentido de la realidad, que de esta manera se le puede llamar locura.
José Cabal. Viatzolkin.com
Extracto del libro en preparación que quizá se llame “Echando unas risas con Hércules en el chiringuito de Hebe”.
