CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Estamos en el cuarto castillo, concretamente en el sexto día. Este castillo, como todos los demás, ocupa 52 días, y después entraremos en el quinto castillo, donde se va a situar el comienzo del nuevo año maya, el 26 de julio de 2016, como tormenta 11.
De modo que tenemos un periodo de 52 días más 11 días del nuevo castillo, en total 63 días, de los que ya hemos gastado seis, por lo cual ahora quedan 57 para iniciar el año nuevo maya.
El próximo año se va a situar en la frecuencia del quinto castillo, quinta dimensión. Por eso es tan importante, desde el punto de vista de la conciencia, ver qué está sucediendo en estos 57 días hasta el cambio de año.

Ahora que estamos entrando en el cuarto castillo, muchas personas están encontrando sobresaltos, cosas imprevistas y errores. Es decir, las vivencias asociadas al cuarto castillo, que nos prepara para entrar en el quinto, a muchas personas les pone a prueba.
No hay una gratificación, porque en el cuarto castillo no se trata de eso, sino de no depender de la gratificación. La conexión es interior y la gratificación es exterior.
La prueba, que es parte del contenido del cuarto castillo, es exterior. No hay gratificación porque lo que hay es prueba.

El cuarto castillo se compone en primer lugar del voluntario (ONDA TIERRRA), pero no es el voluntario para que pasen cosas buenas, sino para lo que suceda.
Cuando dices “para que pasen cosas buenas” estás siguiendo tu criterio, pero el voluntario abandona su criterio, ya que ha comprobado que todo está bien y lo que sucede tiene sentido.
Es un sentido “superior”, no diseñado desde el ego sino desde el ego informado, que sería la personalidad, donde ya sabes que hay dimensiones y que no se trata de “todo para mí”, abandonando incluso los conceptos acerca de cómo deberían ser las cosas y de lo que está constituido lo óptimo, para instalarte en la vivencia.

Así, te instalas en el centro de ti mismo, sin juzgar lo que sucede, sino tratando de estar lo más centrado, en tu interior. Entonces, van apareciendo las cosas. Algunas de las cosas que aparecen en el cuarto castillo son los hechizos y los miedos, del tipo “qué sucedería si pasase esto”.
Por eso ahora mismo hay muchas cosas que están sucediendo: pierdes cosas, llegas tarde, la gente no se porta contigo como crees que debiera, suceden cosas que no son las que tu deseas, etc. Pero, ¿qué sucede si sucede lo que no quieres que suceda?, ¿eres vulnerable a eso? Esa prueba es lo que te instala en el cuarto castillo.
No se trata de “ah, qué bien, ¿suceden cosas buenas?, pues me apunto”. No, se trata de entrar en lo que sucede, y lo primero es desde el voluntario.

La tierra, que es la onda que determinamos como voluntario, termina de forma transcendente en la luna. Esa es la propuesta, llegar a tener unas emociones transcendentes, que no dependan de que la gente haga lo que quieres o que sea buena contigo porque tú eres bueno. Tienes que encontrarte con cosas que lo contradicen, para ver si realmente estás en la quinta dimensión (luna) en forma transcendente, experimentando qué sucede. Porque no sucede “nada”, o incluso si sucede algo, hay que ver dónde te lleva, porque muchas veces parece que una cosa mala te lleva a una cosa mala, pero en realidad no es así, y no acaba contigo, sino que te hace más fuerte, más comprensivo y te permite perdonar. Claro, si las vivencias de tus ancestros necesitan ser perdonadas, tú, como un espejo, tienes que perdonar.
Hay muchas cosas incomprensibles, y tú las vives porque sabes que todo va a ir bien, que has depuesto las armas y ya no buscas solucionar tus problemas, sino que has encontrado que no hay problemas y solo sucede que los ángeles invisibles te están quitando lo que sobra y ya no sirve.

La segunda onda está hablando del amor incondicional (ONDA PERRO), donde se pone a prueba la incondicionalidad. Tienes que encontrarte con cosas que no son las que tu esperarías desde el ego. Hay que atravesar el desierto para llegar a la tierra prometida, ya que forma parte de ese periodo intermedio.
Pero claro, cuando atraviesas ese desierto que está probando tu incondicionalidad, que no depende del reconocimiento exterior, entras en el viento (tono 13 de la onda) y conectas con la potencia creadora del viento-tormenta-Huracán, que también es conocido como comunicación transcendente.

No se trata de bendecir cuando todo va bien, sino de hacerlo incluso cuando las cosas no salen como quieres, porque tu conexión interior te lleva a la certeza de que todo está bien. Entonces, puedes decir, Padre, Madre, Dios@ creador, vida, amor, qué bien haces todo, bendiciendo, independientemente de tu exterior.

Una vez que has entrado en esa vibración, en la tercera onda (ONDA NOCHE) se trata de ensoñar la abundancia, entrando en las experiencias (color azul). Lo que está aparentemente mal en el exterior, en tu interior se ordena. El ensueño ordena el desorden exterior y le da sentido, y eso es una experiencia.
El Tzolkin nos ayuda a entenderlo, porque por un lado el ensueño es una forma del espejo y por otra forma la onda 15 de la noche está asociada a la onda 6 del enlazador. Quiere decir que cuando empiezas ensoñando, por un lado estás activando el ensueño y por otro lado estás actuando desde el enlazador, que es la forma emocional de la solidaridad (dragón), y en forma transcendente está permitiendo que vueles, despegado del suelo -desapegado quiere decir despegado, despegándote para volar-. Igual que te hace algo de daño cuando te pones un esparadrapo y lo despegas, el despegarte como desapegarte, es una prueba.
Desapegarte es una prueba; no es un enunciado sino una experiencia. Vives eso. Es de color azul.

Finalmente nos encontramos con la expansión de la conciencia (ONDA GUERRERO), que llega hasta la estrella.
Todo esto es parte de lo que estamos viviendo en estos momentos.
Después tenemos 11 días en el quinto castillo hasta el cambio de año de la tormenta 11, con la experiencia de la quinta fuerza, que es la transmutación de lo que está expresado anteriormente. Las ondas despliegan cuatro colores, pero existe un quinto color, que es el mismo que el primero, pero transmutado.
Eso es ante lo que nos encontramos ahora, con la posibilidad de transmutar y transformar aquello que te lastra, impide y obstaculiza. Esa transmutación es lo que sucede en el quinto castillo, y por eso hace falta que se presenten todos esos obstáculos para ser transmutados. Estamos viviendo una convocatoria de acontecimientos y experiencias que te lastran, previa a su transmutación.
Gracias. Bendición.