CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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LOS SELLOS DE LA FAMILIA CENTRAL (Extracto del Libro de las Familias, de próxima publicación)
Hay dos sellos donde se manifiesta alguna parte física del ser humano, el viento –la boca- y la mano, y los dos forman parte de esta familia.
El viento contiene al espíritu, la comunicación y las cuerdas vocales, y tiene como antípoda al humano.
La mano está unida como antípoda a la tierra.

El viento es la comunicación y el espíritu como sello, y el regalo como tono. Es algo mucho más amplio que la humanidad o que un ser humano, porque es el espíritu, que es la realidad total. Se representa con una lengua humana. Es muy importante lo que digas, porque te acerca al regalo o lo aleja.
La naturaleza de la palabra es ser vehículo del espíritu y dar vida, consciencia y amor a las personas. La lengua sirve para expresar el espíritu.

La mano como sello significa realizar y como tono canalizar. Es el sello azul que hace referencia al humano, siendo el azul el presente y el fuego.

Pero el humano es amarillo. De alguna manera el presente es un comienzo para el humano, porque el amarillo proviene del azul, pero el lugar del humano está en la expansión, en la luz. El presente solo es la entrada, pero el lugar del humano es la expansión.
El humano es el sello 12, que como tono significa “cómo puedo colaborar con todo lo que existe”. A lo máximo que puede llegar en la tierra el ser humano es a colaborar siempre y constantemente con todo lo que existe.
Como Dios, que no se contrata por horas.
Como el sol, que es benéfico para todo lo que existe y tampoco se contrata por horas.
Como la tierra, que es acogedora, benéfica con todo lo que existe.

Hay una unión entre la tierra y el hombre, es decir, forman una unidad. Lo que le haces a la tierra te lo haces a ti.
La ecología, algo actual, es coincidente con este conocimiento expresado por el Tzolkin, sólo que la visión maya informa, con carácter de urgencia, de que a la tierra le da igual lo que le hagas, pero tú te estás destruyendo.
Los seres humanos le debemos un reconocimiento a la tierra, que le negamos, porque la tierra no sólo produce alimentos, sino también sanación.

El tono 12 habla de generosidad constante, sin ego, de “cómo puedo colaborar con todo lo que existe”, como Dios, como el sol, como la tierra, como el agua.
Y este tono 12 está asociado al 2, que es el regalo pero también el espíritu.
El ser humano sin espíritu todavía no es humano, y el 12 como sello está asociado a la luna, que significa las emociones. Es decir que el humano tiene dos compañeros, el espíritu y las emociones.
El humano está compuesto por un elemento espiritual bajo la forma del mundo de las emociones.