CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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El mago siempre se transforma en un águila. Cuando consideras el Tzolkin como un libro y no como algo que hace referencia al pasar de los días y a las energías del día, el mago siempre se transforma en un águila.
El mago se descubre, o la persona descubre el mago en su interior, cuando descubre que más allá de la realidad aparente hay otra realidad. Lo decimos con otras palabras: tu mago se despierta cuando vives una experiencia donde encuentras que más allá de las leyes que sostienen la realidad habitual hay otras que sostienen otra realidad. Es decir, el mago se despierta cuando encuentras la otra realidad y descubres que tiene un orden y unos designios.
Y cuando se despierta el mago y te sitúas en el conocimiento de otra realidad, la plenitud de ese mago te sitúa como águila.

Eso quiere decir que en el mago es necesario conectar con el ver, pero un ver que no responde a los ojos físicos y puede ser un ver con los ojos cerrados. La madurez del mago se asocia con algo que te sitúa en ver. Y en este lenguaje, el águila es ver la maravilla.
De modo que el mago está llamado a ver la maravilla. El mago no está llamado a ver la injusticia, los errores, sino a ver la maravilla, porque detrás de cualquier situación, incluso desfavorable, está la maravilla. Y si ves lo desfavorable y no ves la maravilla, ni se ha despertado tu águila ni estás situado en el mago.

Podemos decirlo de otra forma, porque lo bueno del Tzolkin y su invitación a mirar desde todos los ángulos posibles es romper la rigidez y la unilateralidad, para situarte en la multidimensionalidad. Si hablamos desde lo oculto, tendríamos que hablar asociando al mago la mano, o sea la impecabilidad de la acción o la acción sanadora. Y si hablamos del águila, tendríamos que hablar del enlazador de mundos, o sea del desapego, de desprenderte de lo que te ata a la unilateralidad, para permitirte enlazar con la multidimensionalidad, con otras dimensiones, con otras formas de la realidad.
Entonces diríamos que la impecabilidad de la acción, es decir la acción que realizas en el aquí y ahora, en el presente, es sanadora y benéfica, y te va a permitir conectar con otras dimensiones, ya que actúa desde el desapego.

En sentido fluyente podemos decir que desapego es lo que te va a permitir conectar con otras dimensiones, produciendo que tu acción sea benéfica e impecable. Es decir, en el sentido fluyente del tiempo se presenta al enlazador como antes de la mano, de tal manera que la mano es la consecuencia de la actitud del enlazador.
Pero cuando nos situamos en lo oculto vemos que es la situación inversa y entonces es la mano, la acción impecable, la que te va a permitir enlazar con otras dimensiones.

Si volvemos a la frase “el mago siempre se transforma en un águila”, decimos que el mago, que es el que conoce la otra realidad y que es impecable en la acción, porque el conocer la otra realidad te lleva a ser impecable y a ser sanador en tus acciones, se va a transformar en un águila y va a afinar su visión, y entonces, al transformarse en un águila, va a conectar con otras dimensiones.

Pero el hecho de que se pueda decir en una dirección y en otra también, tiene que ser resaltado, porque en realidad, en dimensiones superiores la realidad no se mueve en el sentido del tiempo, sino que la persona puede moverse en cualquier dirección temporal. Cuando recuperas tu capacidad de moverte en cualquier dirección temporal, incluso adentrándote en el pasado, es cuando tu mago está despierto plenamente y su acción puede ser sanadora. Si estás viendo que esto es posible, es porque tu águila está despierto; tu águila ha conectado con otras dimensiones y ahora puedes situarte en tu mago y adentrarte en el pasado y sanar al arquetipo, a la humanidad, a tu linaje o a ti mismo.