CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

Impulsa tu evolución con las publicaciones diarias y profundiza con nuestras herramientas

La nave de Isis, alias Pascua, es un portento enlazador, porque en su actualización permanente, transcultural, es decir realzando, reavivando y reactualizando el arquetipo humano, activa una forma primordial enlazadora, manifestando que en el despertar del ser humano es donde se activa lo común, es decir el in lakech, y no en las fronteras y por tanto en las aparentes o pretendidas supremacías de una cultura, etnia o género.

La actividad enlazadora de la nave de Isis, que actualiza el poder enlazador de todas las naves, es siempre en dirección evolutiva hacia la aparición en el interior de las conciencias de la sociedad común de la estrella. No hay raza superior ni justificada por su pasado, porque el pasado de todas las razas es máximamente genocida.

No hay cultura que pueda ser considerada superior, ni mucho menos estar justificada por su pasado, porque en toda manifestación del ser humano, su integridad le recomienda, cuando mira hacia atrás, pedir perdón.
Actualmente es imprescindible recalcar que tampoco hay un género superior que pueda exigir sumisión al otro, sino que en todo caso en su despertar la integridad también le va a pedir perdón y agradecimiento, así como dejarse de tonterías y escuchar la solidaridad y la generosidad presentes en la energía femenina, porque ese es el único camino hacia la paz, siendo la paz imprescindible para la estrella.
En la estrella no te van a pedir la documentación, pero sí el despertar de la conciencia en la vibración de la paz, donde la paz es amor.

Por eso es conveniente reconocer en la nave de Isis esa energía que es femenina, enlazadora, de paz y liberadora, y por eso es constitutiva de lo común.
Esa energía también está presente en el Tzolkin, que comienza justamente con el dragón, que es la solidaridad y la energía femenina.
El Tzolkin es enlazador, y por eso la familia del dragón se despliega y pasa del dragón al enlazador en su evolución. Entonces, podemos volver a hablar de la proporción áurea, la secuencia de Fibonacci (1,1,2,3,5,8,13…) y el número phi, que son contenidos que no parecen realistas sino metafísicos, pero que en realidad están traduciendo la realidad de dimensiones superiores.
Son metafísicos porque son meta-apariencia, es decir más allá de la apariencia, y meta-reales, más allá de un nivel aparente de la realidad.

Su alto contenido vibracional es adecuado para aquel guerrero de la luz, es decir aquella persona expandiendo su conciencia en el arco iris, es decir en el arco de Noé, porque Noé, el del arca, también es el del arco.
Noé, el del arca que atraviesa el mar de la muerte, lleno de contenidos de vida, enlazando tiempos evolutivos, también expresa el arco de la luz, que es el arco iris, entendiendo que estamos hablando de la paz como una alquimia que permite el acceso a lo óptimo.
Por eso nos interesa resonar en phi, es decir en lo óptimo.

El Tzolkin manifiesta lo óptimo en los sellos a través de la familia del día sin tiempo. Sólo con esa frase hay un contenido meditativo altamente nutriente, porque no es un hecho casual sino que expresa una sincronía.
La noche 3, la estrella 8, el caminante 13 y el 5 representado por el espejo, que en la primera columna ya viene calificado con el tono 5, porque el primer espejo que aparece es el del mago. Esta frase también tiene un alto contenido meditativo y nutriente: “el primer espejo que aparece es el espejo del mago”.

Así, la plena utilización del espejo requiere de la aparición del mago, y en la forma que aparece es bajo el número 5, por lo que el mago trabajando con el espejo está activando la luz interior que expresa el primer 5 de la primera columna, que es la serpiente.
El mago con el espejo activa su propia luz interior. Más claramente, el in lak’ech activa tu luz; aquello que veas mal en otro, está en ti, y es mejor atenderlo que matar al mensajero.

Actualmente, que estamos en el siglo XXI de la era común donde ya todo ha sucedido muchas veces, conviene reconocer que tú eres todo tu linaje, y que todo tu linaje necesita que expandas la conciencia, entres en el in lak’ech, en el perdón, en el agradecimiento y en el voluntario, porque el 5, en palabras del Tzolkin va a manifestar su conexión con el 8.
Sí, gracias, y perdón.
Gracias, expresando su naturaleza enlazadora, ya que Tzolkin abraza al año común, procedente de la nave de Isis, es decir de la Pascua, que se considera y aparece como año común. Tzolkin abraza amorosamente al año común. Por ese motivo el año común no debe ser abolido bajo ninguna consideración mental, sino al contrario, escuchado. Gracias y perdón.

Tzolkin contiene 260 casillas organizadas en 13 columnas, y el inicio de esta forma de contar es el 25 de julio, que en el tiempo en que estamos ha correspondido a la noche 7.
Encontramos que si desplegamos la primera columna desde esa fecha, que aparece con la vibración phi de la noche, que es el sello 3, y a partir de ahí establecemos 8 columnas, encontramos que el inicio de la novena es la noche 11, que es lo que da inicio a este año 2014.

Si esto lo trasladamos al Tzolkin de 260 casillas y 13 columnas, vemos que el encaje entre la forma de contar Tzolkin y su enlazamiento con el año común, sitúa 8 columnas en un lado, que es un número phi, y 5 columnas en el otro lado, en el lado del año 2014 de la era común, siendo el 5 también phi, justamente el que corresponde al espejo, y es el camino al ascenso de la kundalini.
El 8 trae consigo al 5, solo que dimensionalmente traduce otro escenario; al 5 lo traduce el escenario de la era común, es decir el 8 y el 5 van juntos en el Tzolkin cuando sitúas el enlazamiento del año común.
Por ese motivo el diálogo del Tzolkin no es contrario al año común, que podemos encontrarlo como nos diga nuestro corazón. Pero en este caso pudiese ser que apareciese no nuestro corazón amoroso sino juzgador, y por eso es necesario reforzar el contenido ENLAZADOR presente en el Tzolkin, o sea amoroso, que no juzga, algo que confirma la aparición y el encuentro de aquel que habla con el águila, que dio en llamarse Juan Diego, en su encuentro con la nave de Isis.

Si seguimos mirando, podemos ver que la columna 8 es una de las columnas de Hércules, que comienza con el dragón 11, donde la solidaridad y la energía femenina aparecen como agentes secretos de la luz, es decir del sol 3, es decir de su servicio iluminativo.
Pero propiamente contiene, y por eso podemos adscribir a esta columna esos contenidos, la onda de la semilla que representa al programa interno, y también el inicio de la onda 13 que es la onda de la tierra, es decir del voluntario.
Casualmente la onda de la semilla tiene como compañera a la onda cuyo propósito es la expansión de la kundalini, es decir la onda que se inicia con la serpiente, que es el sello 5. De nuevo vemos que del 8 aparece un enlazamiento con el 5. La onda que se expande con la columna 8, se enlaza con la onda que contiene el primer 5, y esto también es una expresión phi, sobre todo en su valoración del 5.

Entonces vemos que cuando la onda que contiene el programa llega a su transcendencia, que es el guerrero 13 y la pareja oculta de la serpiente 1, lo que se produce es el surgimiento del voluntario, es decir de la tierra 1.
Pero también vemos que el sentido retrógrado a recorrer la onda cuyo inicio es la serpiente, sería desde la tierra 13.
El sentido retrógrado es el que aparece en la columna resonante enlazando el 1 y el 20 y todos los demás sellos con su oculto, y por eso es muy importante.
Cuando vemos que la tierra 13 va a desembocar en la iluminación de la kundalini, lo hace como 5, que es en sí mismo la serpiente, apareciendo múltiples manifestaciones de phi.

Por ese motivo hacemos hincapié en que la secuencia 3, 8, 13 va en una dirección, pero el 5 se pone después y va en un sentido retrógrado. Por eso la meditación retrógrada de la onda de la serpiente, que también es una de las columnas de Hércules, concreta de forma mucho más intensa, la vibración phi.