La energía del amor incondicional va siempre asociada, en una forma que no se ve (onda oculta) a la energía de los cambios transformadores.
Las transformaciones y los cambios, por lo tanto, no tienen que implicar un camino de sufrimiento y dolor, sino que van dirigidos a alcanzar la alegría, el juego y la inocencia.
La tormenta, esa energía de resurrección, está asociada al amor incondicional. Siempre que aparece el amor incondicional viene, en lo oculto tal vez, con la resurrección. Siempre que aparece la resurrección tiene como base el amor incondicional.
Muchas personas viven bajo la tormenta, en el sentido que su vida se complica, y les está reclamando la solución del amor incondicional.
Viatzolkin