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La onda del sol y la onda de la luna son ondas complementarias. La iluminación contiene un proceso donde la emoción es permitida y liberada.

La emoción te lleva al cielo y a la iluminación, y también la iluminación te adentra en la emoción.

La onda del sol es la cuarta onda del primer castillo. Cada castillo empieza con una onda de color rojo y la cuarta onda está reservada al color amarillo, que es la forma expandida. El color rojo significa la configuración material y el color amarillo es la forma expandida.

Así, el primer castillo nos dice que la materia está compuesta de solidaridad y luz cumpliendo una misión (dragón). Pero la forma expandida de la materia aparece expresada por la onda del sol, es decir, la forma expandida de la materia es luz.

Esta configuración nos hace considerar la materia bajo otro ángulo, no inerte y tonta, sino sabia y amorosa, cumpliendo una misión para que tu despiertes a la luz.

En el tono 7 de la onda encontramos al enlazador. El tono 7 expresa la resonancia y la canalización, y nos sitúa en que la materia, que en forma expandida es la luz, es resonante a través de su vibración enlazadora.

La materia enlaza, da un soporte a las personas y las permite encontrarse. El contenido que asociamos al enlazador es el desapego. Deshacerse del ego aumenta tu resonancia y libera al águila (el águila 7 es el oculto del enlazador 7).

La forma transcendente del sol, de la luz, es la libertad expresada por el humano 13, pero en el centro se encuentra esa resonancia que se abre de manera enlazadora hacia los demás, soltando el ego para liberar al águila que ve la maravilla.

Encontramos a la estrella, con los contenidos de armonía, belleza, estética y ética, como algo que da fuerza a esa transcendencia de la libertad, que es similar a hablar de luz transcendente.

También encontramos en la onda del sol una invitación al reconocimiento de las emociones. La luna en tono 10 indica la perfección. Te conecta desde la incondicionalidad con la emoción.

Cuando conectas con tu emoción te sitúas en la vibración del castillo verde, ya que la onda del sol y la onda de la luna, que es la primera del castillo verde, trabajan en conjunto.

El castillo verde precisa de tu iluminación, porque es una realidad visible con los ojos del alma.

Esta emoción que te introduce al castillo verde desde la incondicionalidad, te conecta con el núcleo central que está expresado por el antípoda. El antípoda del sol es el perro, de modo que el perro 11 te muestra cómo estás emitiendo luz. Y desde esa situación de amor incondicional que expresa el perro 11, puedes despertar al niño para poder colaborar con la humanidad desde la inocencia y la alegría, y entrar en la transcendencia, humano 13.

La onda del sol, cuando llega su transcendencia, te introduce en el caminante del cielo, dando origen al segundo castillo.

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