CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Onda evolutiva de la noche
ONDA EVOLUTIVA DE LA NOCHE:
La noche es el número 3 como sello, con lo cual asocia ya de entrada la noción del servicio. Como onda es la 15, incorporando los contenidos del águila, que es el sello 15. La onda 15 se va a situar sobre los sellos que ocupa el sello 15 del águila.
La visión del águila también es azul y por tanto una experiencia vivencial. En sí, el sello del águila aparece como transcendencia en la onda de la noche, que expresa el servicio, de tal manera que le aporta el contenido de servicio transcendente a la humanidad.
Por eso la visión en este caso no significa que necesites gafas para corregir la miopía o la presbicia, ni tampoco que veas muy bien las cosas materiales de esta dimensión, sino que se trata de una experiencia vivencial, es decir, algo que te transforma y ayuda a expandir tu conciencia, y es precisamente a través de las cosas que ves.

La noche significa ver cómo suceden cosas maravillosas a las personas que te rodean, o sea, visualizar. La noche es ensoñar la abundancia y visualizar, pero no porque tengas la abundancia delante de ti, sino porque tu actitud como ensueño te lleva a situarte en una dimensión posible donde lo que sucede es maravilloso para todos.
Es un servicio, porque es algo intencionado. Y también es un ver porque se trata de formar mentalmente esas imágenes. Por tanto, son imágenes que nacen del amor incondicional.

Cuando la noche como propósito, noche 1, se sitúa en la fila 15 donde están los sellos del águila, aparece el águila 2, que es el 2 de la onda del mago, que también es un 2.
La onda del mago contiene algo donde tú estás respondiendo a la propuesta del Tzolkin contenida en la primera onda, de cómo desde la solidaridad entras en el cielo. Entonces, el águila 2 es parte de la respuesta que emocionalmente das: “sí quiero”, “quiero que se realice”. Y como regalo desde la onda del mago tienes, en el águila 2, la apertura de la visión de la maravilla.
Por eso en todo el ensueño contenido en la onda de la noche, entre las vivencias experienciales encontramos unos regalos. Soñar la abundancia y ver la maravilla para las demás personas desapegadamente trae un regalo al alma, porque sana la visión; aparta los ojos de mirar desde el odio, el miedo, el abuso y el engaño, y lo sitúa en la visión de la maravilla.