CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Para iniciar la comunicación con tu ser espiritual, con tu esencia, necesitas primero saber quién eres, identificando y desechando quién no eres. Necesitas reconocer tus disfraces, tu adaptación desde el ego, yo falso, a la realidad, que entonces parece hostil, para deshacerte de ellos y ser tú. Si no sabes quién eres no te comunicas, porque no eres tú quien habla e interactúa, sino tu ser falso, usurpador, y entonces no te expresas, hablas de falsedades efímeras y no recibes porque estás usurpado, no tienes manos, estás preso, el corazón está cerrado.

Para comunicarte necesitas ser tú, mirar desde ti, desde tu corazón y recibir con tus manos libres, chacra secundario del corazón en la tradición ayurveda. Por eso el primer trabajo, el primer paso es mirar sin expectativa, mirar sin saber, sin esperar nada, solo mirar, ver, pero con absoluta concentración, como si te fuera la vida en ello, porque así es. Te va la vida en ello. Si no sabes quién eres, no eres, solo estás, como las cosas están, no son.

El segundo trabajo es sanarte, sanar tus heridas, sanar tu agua, tus emociones, porque la herida está en la esencia. Es herida esencial, te saca de la vida. El ser humano es, como expresa el nombre de María-Miriam, agua y luz, pero es agua-emoción en un 70%. Y si esa agua está turbia, fangosa o empastada absorbe la luz, oculta la luz.

Por eso el segundo paso es sanar la emoción, limpiar el agua, mientras que el primero es darte cuenta de que necesitas hacerlo, y para ello necesitas reconocer tu falsedad, TU ESTRATEGIA, tu ego, tu maldad. ¿Por qué maldad? Simplemente porque te ata a la muerte, no a la vida. Incluso si tu código moral es exigente puede serlo desde la exigencia y no desde el amor, y ser así también una estrategia del ego, un disfraz. Si tú «lo haces bien» y los demás o alguien lo hace mal no estás en la esencia, en la vida, en el amor, en el cielo, en lo eterno, en la inmortalidad; solo estás en un teatro. Pero el cielo existe, es tu lugar.

La virtud sin esfuerzo, el gozo sin fin, la maravilla, la ambrosía, el amor, existe.

José Cabal. Viatzolkin.com