CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Cuando las personas creen que la realidad es MATERIA, tratan de conseguir oro, dinero o su equivalente, porque les parece que el dinero produce la realidad. Pero no es cierto, y pierden su vida sin encontrar la realidad, solo una apariencia. Podrán ser honorables como el padrino, pero la felicidad es otra cosa.

Einstein y la relatividad hablaban de materia y energía, siendo la energía una realidad no material. De hecho, al romper la materia aparecía una cantidad extraordinaria de energía, surgiendo la energía atómica y la bomba atómica, desgraciadamente.

Pero afortunadamente la física cuántica dice otra cosa, y no solo sobrevive desde hace casi 100 años, sino que cada vez la propuesta es más inevitablemente aceptada, algo que no sucede con la relatividad.
La relatividad puede ser operativa en su nivel, al igual que la física de Newton o la de los griegos, pero no explica cosas que la física cuántica sí.

La física cuántica habla de información. Para la física cuántica la realidad no está compuesta de materia ni de energía sino de información; las unidades más pequeñas de la realidad no son energía ni materia sino unidades de información
Pero la información sólo informa si hay alguien, y sin espectador o receptor no hay información.

Tú eres el receptor. Eres imprescindible siendo consciente, porque la conciencia configura la realidad.
La realidad es un idilio, y te necesita porque te ama.
Si la realidad no se compone de unidades elementales de materia ni de energía, sino de unidades de información, es imprescindible la conciencia. Sin conciencia no habría ni realidad.

Ya nadie considera el átomo como la unidad más elemental de la materia, ni tampoco sus componentes básicos, protón, electrón, neutrón, ya que actualmente el mundo de las partículas subatómicas es enorme.
Estas partículas tienen leyes – y digo leyes porque son aceptadas así por los científicos de manera unánime-, y entre ellas está el principio de superposición, que afirma que cualquier objeto tiene la capacidad de estar en muchas posiciones distintas simultáneamente.
Cualquier objeto puede estar simultáneamente en muchos lugares o posiciones diferentes a la vez. De hecho no sabes dónde está nada si no “sabes” dónde está. Aquí “sabes” es la información, es decir la conciencia.