A un día estrella 13 le sucede un día luna 1. Ese es un tránsito normal, porque al sello de la estrella, que es el número 8, le sucede siempre el sello de la luna, que es el número 9, y al tono 13 le sigue siempre el tono 1.
Sin embargo esa secuencia también muestra algo acerca de la relación que hay entre un sello y el que le sigue. De alguna manera está proponiendo una revisión del contenido de un sello como resultado del anterior, y podemos encontrar qué significa haber nacido en un sello mirando el sello del que procede.
Eso es evidente justamente cuando el sello propio está como propósito, en el tono 1, de modo que el que le precede, que podemos también considerar que es de donde procede, está en el tono 13.
De esta forma el dragón en tono 1, como prototipo de todos los sellos, procede del sol 13, que es el que le precede, solo que el sol 13 está en otro Tzolkin, es decir en otro sitio; pero los dos sitios están unidos por algo.
Si el Tzolkin expresara un campo unificado o algo unido a través de determinadas fuerzas, formas o leyes que lo identificaran y diferenciaran de otro similar, entonces el sol 13 estaría en una unidad diferente que el dragón 1. Sin embargo, los dos están unidos por otras fuerzas o normas que están hablando de otro campo unificado.
Si el Tzolkin fuera una célula, un átomo o un espacio temporal concreto, sucedería que el sol 13 estaría en una célula, átomo o espacio temporal diferente que el dragón 1. Sin embargo, están unidos, porque el sol 13 y el dragón 1 tienen una fuerza que les une como el día a la noche, ya que uno es el oculto del otro y el otro es el oculto del uno.
Esa misma manifestación de unidad y ensamblaje sucede entre la estrella 13 y la luna 1, que claramente están en “espacios” diferentes, ya que uno está en el castillo cuatro y el otro en el castillo cinco. Pero vemos que están unidos, porque para que se inicie el castillo quinto con la luna 1 tiene que haber concluido lo que sucede en el castillo cuarto. Aparentemente, es decir en un determinado nivel, no son ocultos, ya que la luna 1 no es el oculto de la estrella 13, sin embargo sincrónicamente sí, porque reproduce la relación entre el dragón 1, no como inicio de un castillo sino del Tzolkin, y el sol 13, no como final de un castillo, sino como final de un Tzolkin.
De esta manera hablamos de cinco 13 enlazados con cinco 1, que son los treces y unos que finalizan o inician castillos.
Sin embargo, la propia estructura de la onda es de una unidad, es decir que aquello que hace a un Tzolkin diferente de otro es lo mismo que hace diferente a una onda de otra. Así, todo 13 es un final y está por tanto en otro sitio, y todo 1 es un inicio y está en un lugar distinto de aquello que acaba con el 13.
Pero sea cual sea el sello, siempre está vinculado con el anterior, y eso reproduce lo que en algún momento hemos expresado como Tzolkin personal. En todo Tzolkin de 260 que se inicia con tu sello natal, te vas a encontrar que justamente aquello que ocupa el lugar 260 es lo mismo que el sello anterior a tu sello natal.
