Estamos en el segundo día del castillo verde.
El castillo verde se presenta en el tiempo real y nos permite sentir la vibración de lo verde. Nos permite ese conocimiento de qué cosa es hoy, disponiendo nuestra conciencia en esa dirección.
El castillo verde en ese segundo día aparece como perro lunar. “El otro” en este día se presenta como un espejo para que aprendamos a amarle y así también a amarnos.
La resonancia asociada al tono lo presenta como lunar, de modo que podemos encontrar que el otro y en general las personas que nos rodean son la puerta y el acceso a la vibración verde.
El castillo verde y todo lo verde están asociados al otro. No es un calabozo donde estás aislado, sino que justamente lo verde te saca del aislamiento. Puedes mirar y ver al otro.
Quizá piensas que eres amoroso y ayudas a esas personas que te rodean, que a veces aparecen como pasando penalidades. Quizá sea así, pero también puedes considerar que hay una fuerza que emana del otro que es la que te introduce en el castillo verde, en la vibración de lo óptimo.
Porque nunca estás solo. Siempre tu conciencia, que está en el interior más real de ti mismo, goza de una conexión con lo otro. A veces es el otro y a veces lo otro, o también “otreidad”, es decir, una frontera en la forma donde vibracionalmente puedes sentirte con una plenitud total de vida, porque encuentras que más allá de la forma hay una total intensidad de amor y de gozo, de la que tú eres el sujeto, aunque también estás cumpliendo una misión, porque eres un representante de “lo otro”.
El castillo verde, cuando consideramos la información que nos proporciona la visión del Tzolkin evolutivo, lo vemos asociado con el tono 11. La onda de la luna, que inicia y sostiene los 12 primeros sellos de las 52 posibilidades expresadas en el castillo verde, pertenece a la columna 11. El castillo verde se inicia desde el gozo que produce el surgimiento de aquella misión con la que vienes a esta encarnación.
Quizá podemos pensar que nuestra vida está gobernada, dirigida o lastrada desde el pasado. Sin embargo, nuestra vida está dirigida y gobernada desde el futuro, porque contiene un elemento ascensional y se mueve en esa dirección; no hacia abajo (entendiendo la forma o el peso), sino hacia dimensiones superiores. Y eso se encuentra, en una línea temporal, en el futuro.
No provenimos ni nos dirigimos hacia nuestros errores, fracasos, sinsabores o maldades que hayamos hecho, sino hacia lo óptimo.
El perro lunar, que es un mono 12, está trabajando en favor de todo lo existente, y realmente ese es el tiempo del perro lunar.
Eres perro lunar o estás en el perro lunar cuando la alegría te desborda y recibes energía extra, porque inocentemente eliminas obstáculos y posibilidades, y colaboras con todo lo existente.
También el perro lunar se presenta como un caminante del cielo cumpliendo su misión de dar aposento al cielo, y como un humano en tono 3, llenando sus venas, neuronas y átomos de libertad y de pensamientos elevados.
Todo tiene un sentido.
Gracias y bendiciones.
