Compartimos la respuesta a una pregunta, por si es de interés:
Parece que hay un antes y un después. Parece que antes se llevaba bien con su padre y después no.Parece que hay un antes en el que quizá tenía pareja o se llevaba bien con la energía masculina y un después en el que no tiene pareja y no se lleva bien con la energía masculina. Sería importante determinar de qué estamos hablando.
En lo que usted dice hay algo de la energía de la tormenta. Usted, como seguidora de la página, sabe que la tormenta es el momento de la resurrección, de reinventarse, y que está asociado como oculto con el viento, es decir, con qué es lo que dice usted que ha sucedido. Lo oculto, el oculto, despliega la realidad y permite acceder a una realidad maravillosa. Para usted parece un momento de cambio y quizá esté asociado con su misión. Quizá usted viene a sanar lo femenino en su ancestralidad y también lo masculino, y en gran parte lo va a hacer entrando en la tormenta, considerándolo como una oportunidad bendecida de cambio, y a través de la palabra, donde está la bendición, el perdón y el agradecimiento.
Usted es una sacerdotisa de lo sagrado y quizá está simplemente enfadada. La tormenta, como onda 7, es resonancia, es entrar en una experiencia de nuevo nacimiento. Los padres son puertas para entrar en la vida, y la vida es Dios.Si camina por el agradecimiento, si encuentra el agradecimiento, sucede que mientras agradece es imposible sentir agravio, sentir enfado. No se puede a la vez abrir los ojos y cerrarlos. Solo se puede hacer una cosa. Si hace abrir, solo puede abrir. Si hace cerrar, solo puede cerrar. Si hace bendecir, todo está bien, solo puede bendecir. Si encuentra agravio, solo encuentra agravio.
Hay algo que es elegir, y esa es la forma de ser libre. A través de la libertad, es la forma de entrar en la verdad. Y la verdad es el amor.
