CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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El Tzolkin tiene una estructura cuadrangular expresada a través de sus cuatro colores.
De alguna manera está manifestado en los sólidos platónicos por el cubo, que es como un cuadrado pero en relieve, y eso viene a traducir la forma y la materia.
El Tzolkin adopta esa forma, de cuatro en cuatro.
Cada ensamblaje de los cuatro colores, que por separado podrían aparecer como cuatro unos, donde cada color sería uno más, está significando también “uno”. Cada uno es un uno, pero los cuatro también son uno en otra dimensión.

Esto expresa la estructura de la realidad formada por distintas capas, que van expandiéndose desde núcleos únicos hasta ensamblarse creando otra forma de la realidad. Así, cada uno de los cuatro ensamblados está presente y representa a los otros.

De esa manera, aquello que inicialmente se simboliza en el Tzolkin como un sello rojo, en ese nivel tiene también lo expresado por los siguientes sellos blanco, azul y amarillo. Los cuatro forman una realidad; no son cuatro realidades sino una realidad con cuatro aspectos. Es similar a ver a una persona de frente, de espaldas, desde arriba o desde abajo; es la misma persona pero cambiando los enfoques.

Entonces, para extraer una conclusión podemos decir que esa luz entrando en la forma, que representa al DRAGÓN, también es siempre algo de lo representado por el VIENTO, es decir comunicación y espíritu. Así, la luz entrando en la forma para cumplir una misión siempre es también espíritu, comunicación y emoción amorosa, que es lo representado por el viento.

Pero también la luz entrando en la forma, que es lo expresado por el dragón, es siempre un tiempo donde se activan las imágenes, que es lo representado por la NOCHE. Las imágenes son siempre enlazadoras, porque no debemos olvidar que la noche es soñar la abundancia para todos, no para ti, y eso es algo que obligatoriamente es enlazador, porque te une con todas las demás personas.

Y además de que esa luz cumpliendo una misión, o sea el dragón, siempre es espiritual, emocionalmente amorosa y expresión de comunicación; y que cuando accedes a ella y entras en ese tiempo las imágenes toman una vida a través de los significados que te enlazan con las demás personas; a través del cuarto color asociado a sí mismo, o sea el amarillo, es la expansión de un programa inicial, del cual tú eres consecuencia, donde “programa inicial” es la voluntad de que “sea, suceda, aparezca, viva”, expresada por la semilla.

Esto sitúa al viento, a la PALABRA, en un lugar primordial asociado a la luz, ya que el viento es una expresión de la luz cumpliendo una misión; asociado también a un significado a través de las imágenes; y asociado también a la unión de esos 4 aspectos cuando se fusionan, a la maduración del “sea” y a la expansión del programa inicial y de la voluntad creadora del programa inicial.

Entonces, resulta muy importante considerar qué son LAS PALABRAS.
Según aparece en el Popol Vuh, en su primer capítulo: “Solamente había inmovilidad y silencio en la oscuridad, en la noche. Sólo el Creador, el Formador, Tepeu, Gucumatz, los Progenitores, estaban en el agua rodeados de claridad. Estaban ocultos bajo plumas verdes y azules. Llegó aquí entonces la palabra, vinieron juntos Tepeu y Gucumatz, en la oscuridad, en la noche, y hablaron entre sí”.
Ni siquiera dice que aparece Tepeu o que aparece Gucumatz, sino que quien llega es la palabra.

Desde esta página consideramos a las palabras como ondas portadoras de luz. Encontramos que las palabras pueden ser escritas o habladas, pero siempre necesitan que despierte el ensueño, es decir que atraigan un tiempo donde las imágenes, proviniendo de las palabras, produzcan transformaciones. Esto sucede a través de la resonancia que despiertan los significados, es decir, la palabra solo es palabra si tiene un significado. Si la palabra no despierta un significado, bien porque no lo tenga o porque no lo conozcamos, no actúa como palabra sino como sonido. No todos los sonidos son palabras; solo lo son los que contienen un significado conocido, es decir que son segmentos o trozos de un discurso, donde “discurso” es algo que transmite unos contenidos.

Palabra viene de “parábola”. Todas las palabras son parábolas, pero si no tienen contenido son ruido, o en el nivel escrito, rayajos y manchas. Para que la palabra sea parábola, no puede ser un ruido.
Pero por favor, no olvidar que el ensueño pertenece al día sin tiempo, es decir al tiempo de lo óptimo. Por ese motivo las palabras son ondas portadoras de luz, pero los idiomas son fronteras que impiden su acceso.
Si cada familia tuviera su propio idioma, estaría significando el tiempo de la oscuridad.

Si miramos aquello que señala la luz, a través de la ubicación de un creador de palabras como es García, en un lugar concreto de la tierra –gracias tierra, madre tierra-, nos encontramos que Aracataca, ese río del jefe, nos abre el zoom sobre el pueblo o la etnia chibcha, donde 128.000 personas hablan 25 lenguas.

Los idiomas internacionales son la fibra óptica. Sí, gracias.
Pero gracias pueblo chibcha por ese esfuerzo. Gracias y bendición a todas las personas que cumplen su misión.