CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

Impulsa tu evolución con las publicaciones diarias y profundiza con nuestras herramientas

José Cabal Riera

Nací en 1949. En el año 1973 tuve un choque frontal por el que salí despedido del automóvil con el resultado de un traumatismo craneoencefálico que me llevo a un coma, con fracturas de cadera, costillas, brazos y algún hueso de la cara, en la nariz.
El dolor me llevo a buscar soluciones y empecé a estudiar, como forma de quitarme el dolor, acupuntura, osteopatía, kinesiología, reiki, etc.
A partir del año 1994 conseguí empezar a regenerar la cadera y actualmente puedo saltar y correr, ¡incluso maratones!
Continué estudiando los mecanismos del cuerpo y eso me llevó a investigar a través de la hipnosis, la cábala, los registros akáshicos, el calendario maya y finalmente las plantas sagradas amazónicas.
La enfermedad y el dolor es un camino a la resurrección, un camino al ver. El Chamán parece que es el que sabe estar sano, pero eso es porque sabe saborear su vida, encontrando que todo está bien, y la activación de la glándula pineal (tercer ojo) entonces es fundamental. 

 

Ana de Lucas García

Después de 23 años en el mundo de la empresa, adentrándome también en las terapias (constelaciones familiares, sanación por arquetipos, reiki, calendario maya, etc.), en el año 2013 me incorporé totalmente al mundo de las terapias energéticas de forma profesional, impartiendo formación, talleres y realizando consultas, en un acercamiento a las personas, las emociones, la influencia de los ancestros, realizando un acompañamiento en las transformaciones personales y familiares.
En paralelo he ido realizando un acercamiento o inmersión en la naturaleza y en diferentes tipos de energías sutiles (registros akáshicos, sanación de ancestros, regresiones terapéuticas, armonizaciones, sabiduría de las líneas del tiempo…), descubriendo cómo más allá de la realidad material existe la magia, los seres de luz, las ayudas y los guías.
Las consultas son holísticas, escuchando lo que la persona necesita y aplicando las herramientas de forma combinada.

 

SOBRE EL TZOLKIN

El acceso al Tzolkin es meditativo y la vía de aproximación es a través de sentir.
El intento de memorizar conceptos es un estrés innecesario. El acceso al Tzolkin es a través del sentir y la actitud adecuada es la meditación.
La meditación es un no hacer, que es una de las expresiones del wu way, y el resultado es la iluminación.
Parar la actividad del hemisferio lógico es permitir la emergencia del hemisferio creativo.
El hemisferio creativo está enfocado especularmente con la realidad Dios, y cuanto más tiempo pasas en esa actitud, más facilitas la emergencia de la realidad Dios en tu vida.
Lo que hace el ser humano a través de las herramientas, lo hace la información por sí misma. Es decir, la información, por su sola presencia, activa procesos sin necesidad de herramientas ni de manipulación

LA VIBRACIÓN DEL TZOLKIN

La simple vibración es capaz de abrir una puerta con un mando a distancia. La frecuencia vibracional que tiene el mando da órdenes y entonces la vibración no necesita otra herramienta ni otros operarios; su sola presencia activa algo.
Eso es lo que contiene el Tzolkin, vibración o información, y en eso es similar al código genético, al ADN.

Cuando te sitúas en lo correcto duplicas la información, y esa información te transforma por su sola presencia.
En ese sentido son los propios ojos los que actúan como herramienta, y cuando estás contemplando los sellos de tu onda, estás interactuando vibracionalmente con el contenido de información que está presente en la representación de la onda.
Cuando te sitúas en lo correcto, en lo que tiene que ver contigo, te transforma sin manipulación, vibracionalmente, despertando una respuesta que automáticamente inicia un proceso.
De eso se trata.

VÍA TZOLKIN

El Tzolkin es algo para ti. Es como un libro esperando que lo leas, o como un espejo esperando que mires, o una carta o e-mail dirigido a ti. Algo que te espera para entregarte algo en el momento oportuno, que te ayude a ser tú con plenitud. Una comunicación. Es como el idioma, algo para ti, para que te comuniques.

El Tzolkin está dirigido a todos los seres humanos, en este siglo XXI. Es un Tzolkin Integrador.