CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

Impulsa tu evolución con las publicaciones diarias y profundiza con nuestras herramientas

El ser humano, es el ojo de Ra. Existe la luz, que es para ver y el ser humano se sitúa en esa consecuencia de la luz que es el ver. Por eso el ser humano, o sea, tú, yo, cualquier persona, forma pareja con la realidad Dios, que es la luz.
No es solamente la luz, pero es la luz. La realidad Dios es la luz porque hace aparecer todas las cosas, pero no es solamente la luz.

El ser humano se sitúa en la consecuencia de la luz, que es el ver, que en el código Tzolkin es el águila. Se trata de ver la maravilla, de ver a Dios, y ahí tenemos un ejemplo maestro en la tradición primigenia, que nos introduce en la historia. Hay un momento en que comienza la historia, y ese momento en las convenciones humanas se sitúa con la aparición de la escritura fonética. La escritura ya recoge hechos, ya recoge historia. En la tradición primigenia que nos introduce en la historia, ser humano se dice IS; la luz y el ver se dice RA; la realidad Dios se dice EL.
La humanidad que ve la maravilla, la humanidad que ve a Dios. Es el comienzo de la historia. Y lo cuenta. Su palabra está traduciendo lo que ve.

Eso en el código maya es el mago, que como onda está asociado al águila. El ver la maravilla del águila está asociado al mago.
El mago como sello es la forma transcendente de la palabra (onda viento). Existe la palabra y por ejemplo se puede decir “hola, quiero comprar unos zapatos”, “mire, se le ha caído eso”. Todo eso son palabras, viento, que es la forma de relacionarse. Pero la forma de relacionarse transcendente, la forma en que el viento aparece como transcendente, es como mago 13.
Por eso sabemos que el mago está expresando en forma transcendente en el nivel humano al viento. También sabemos que la onda del mago va asociada a la onda del águila.
Así, todo lo que ve el águila está relacionado con el mago, que es la expresión transcendente, el 13, del viento.

Cuando tu expresión no es transcendente, no estás en el mago. Puedes estar en la expresión, pero no en el mago.