CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

Impulsa tu evolución con las publicaciones diarias y profundiza con nuestras herramientas

LA ROTURA QUE SE PRODUCE EN LOS JUICIOS (14/7/2017)
Cuando estableces un juicio contra una persona se produce una situación de exclusión o situación excluyente. Cada vez que estableces un juicio condenatorio sobre una persona le excluyes de tu realidad. Es como si quisieras sacarle de tu realidad, algo que por otra parte la mayor parte de las veces no puedes hacer, pero sí le creas un vacío.

Sin embargo, en esos momentos esa actitud es contraria al arquetipo, al ser humano, donde cada persona está en conexión con todas las otras de alguna manera. Cada vez que te encuentras ante una situación que vuelve a abrir la exclusión, si estás despierto y dialogas con tu conciencia o con tu ser espiritual, verás que se trata de la oportunidad de reparar la malla.

Cada vez que te enfrentas a algo que despierta en ti un juicio, estás reaccionando de forma reactiva ante ese estímulo. Pero la forma de actuar desde la conciencia, sabiendo que el otro es tu espejo, es buscar la reparación y la inclusión, que básicamente contiene entre otras cosas el perdón y la declaración del amor.
Es decir, cuando encuentras una situación que reactivamente te lleva a producir o ampliar una grieta o una rotura, puedes considerar que se trata de un espejo y entonces decretar el perdón, que establece y sana todas las heridas, afirmándote al mismo tiempo en el amor y en la libertad.

Esas son básicamente las aplicaciones que haces desde el opono opono, cuando en lugar de establecer un juicio dices “perdón, gracias, te amo”. En lugar de emitir un juicio, al mirarte en ese espejo tienes ocasión de pedir perdón. Pedir perdón y perdonar, que es lo mismo, es el reconocimiento de que, de alguna manera, no has actuado desde el amor.
Actuando desde el amor también puedes agradecer, dándote cuenta de que lo atemporal está sanando actuaciones presentes en tus cromosomas de otros tiempos.
Por eso puedes desde la verdad decir “gracias, has escenificado esto, has traído desde el pasado esto para que yo lo perdone”, “te amo”, afirmándote en el amor.
Puedes decir, desde la libertad, como una cuestión espiritual: “perdón, gracias, te amo”.