De repente alguien dice algo importante, interesante o decisivo solo que no te das cuenta hasta después de 10, 15 o quizá 20 años.
De repente te das cuenta de que eso es lo importante en ese momento y entonces te sirve, te resuelve, te sitúa en lo real y tú lo tienes porque alguien en algún momento ya te lo había entregado, aún si en aquel momento aquello no era bien recibido.
Es importante la palabra porque es luz.
Es importante decir lo que tengas que decir.