CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Cuando contemplamos el símbolo de lo que denominamos o nombramos Dragón siguiendo la sabiduría Tzolkin Maya, encontramos un gran lagarto, un cocodrilo en el agua, en la orilla de un río, de un lago, o de un terreno pantanoso, un fangal. Su cuerpo está ocultado por el agua o el fango. No es aparentemente visible, porque está cubierto por el agua, pero sus patas, su cuerpo sí está en la tierra.

La tierra y el agua forman una horizontal, la línea horizontal que configura la realidad: el mundo como arriba donde está la luz que hace aparecer las cosas materiales y el viento que las mueve, y abajo donde está el agua como una piel que envuelve la tierra y la Tierra, la materia densa inmóvil.

El símbolo es ese Dragón, ese cocodrilo, ese gran lagarto sobre la tierra, tapado, oculto por el agua. Está quieto, en silencio, inmóvil, como dice el Popol Vuh en sus primeras palabras al describir la creación. Está entre el cielo y la tierra, el agua y el aire, viento. Solo sus ojos están activos, captando, viendo, procesando toda la información sensorial.

Hoy, que los seres humanos con la tecnología hemos desarrollado cámaras fotosensibles capaces de identificar a un individuo en una multitud moviéndose, podemos darnos cuenta de la enorme velocidad con que se mueve su cerebro. Entonces, el símbolo es un ojo moviéndose, captando entre lo inmaterial y lo material.

José Cabal. Viatzolkin.com