En la máxima oscuridad es cuando mejor se puede divisar la luz. Eso ocurre justo antes del amanecer. Todo parece negro y de repente hay una claridad que anuncia el nuevo día, aunque ni siquiera sea visible todavía el sol.
Esa oscuridad que en algún momento pueden sentir, como símbolo, es solo un estado temporal para que puedan apreciar más fácilmente cualquier rayo de sol y dirigir su mirada e incluso su intención en esa dirección.
La luz antecede y da paso a la materia, a la forma, a la realidad de ese día.
Una nueva realidad está surgiendo.
Gracias.