Todas las personas merecen atención, escuchar lo que muestran, reconocer su función, sin juicios, aunque sea incómodo o pesado.
Todas las personas son hijas de Dios, están en la vida con un origen divino, en fase de aprendizaje y colaboración.
Ya que los bandos y los posicionamientos no son necesarios, simplemente se trata de escuchar y reconocer.
Gracias.
Foto de María José, León
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@AnaTerapiasdeLuz