No hace falta mirar demasiado a su alrededor, viendo qué hacen unos, qué dicen otros, qué les gusta a aquellos. Mejor dedíquense a sí mismos, a lo que sienten, a cómo o cuándo se encuentran bien, a tomar conciencia de lo que ocurre.
Si amplían demasiado su mirada se podrían perder entre tanta contradicción. Busquen su coherencia, su verdad, su intención.
Es momento de honrarse, respetarse y amarse.
Gracias.
Ana Terapias de Luz. Vía Tzolkin.