Si la prioridad no es lo que piensan entonces no es importante “tener la razón” o estar en posesión de “la verdad”.
Sin embargo, respecto a lo que sienten o perciben no tiene sentido debatir ni convencer a nadie. Ahí lo importante es sanar las heridas para percibir y ampliar la realidad.
La diferencia la marca el corazón.
Gracias.
Foto de Arantxa.
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@AnaTerapiasdeLuz