Sabemos que en ocasiones sienten dolor, que los acontecimientos les desbordan o que se sienten perdidos.
Conocemos su situación, seguramente mejor que ustedes mismos.
Pero no debemos interferir en su proceso, a no ser que exista una petición expresa por su parte y no altere el libre albedrío de su alma.
No nos parece malo llorar o tener una crisis. Todo forma parte del camino.
De hecho, salvo algunas resistencias, todos ustedes se encuentran mejor que hace unos años.
El reconocimiento de lo que han avanzado es importante.
Gracias.
