Aun en momentos de crisis y supervivencia, ya sea física, emocional, mental o espiritual, es importante mantener la flexibilidad, la tolerancia e incluso la compasión.
Para las personas que se encuentran en procesos evolutivos la rigidez, la voluntad, el esfuerzo y la disciplina corresponden más a valores del pasado.
En esta época de transición hacia una nueva realidad, donde parece estar rompiéndose el mundo conocido, es fundamental mantener los valores que les han permitido llegar hasta aquí: solidaridad, amor, agradecimiento… En concreto cobra más importancia que nunca el perdón, como forma de integración y reconciliación.
Cuando su mundo se caiga, recuerden que no tiene sentido la venganza, el odio o la prepotencia. Incluso en esos casos es recomendable echar una mano al caído y seguir construyendo la nueva realidad, enlazando y uniendo.
Gracias.
