CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Hay una forma de mirar el Tzolkin, siguiendo las pistas de manera adecuada, donde encuentras que está hablando de cómo el humano, mirando desde el corazón, libera el águila, y así permite que Dios encarne, situándose como hijo de Dios, como Dios encarnado.
El humano águila se transforma en la energía divina encarnada en esta dimensión donde están todas las demás personas, y de alguna forma entonces se transforma la realidad del sufrimiento en la realidad de gozo.

En su forma oculta está expresando cómo cuando ensueñas de manera enlazadora, es decir, incluyendo a todas las demás personas, reconociendo los vínculos que te unen, eres la luna, la materia con luz.
La materia con luz ensueña de manera enlazadora o el humano águila en su vuelo es hijo de Dios.

Podemos jugar con estos conceptos y establecer múltiples expresiones. Como la secuencia es descendente del 1 al 20, podemos decir que, al ensoñar de manera enlazadora, es decir, reconociendo los vínculos con todas las personas desde el amor, la materia se llena de luz, y puedes extraer una conclusión donde ensoñar es llenarte de luz, llenar de luz tu materia.

Entonces encontramos que el humano, que en su forma trascendente es una expresión de la luz que está en la materia sin ser vista, porque lo que aparece es un cuerpo, este humano, que de forma trascendente recupera la conciencia de la luz, vuela como la luz cuando está mirando desde el corazón, y entonces recupera la conciencia de que la conciencia divina está en su interior, y a la pregunta de quién soy puede responderse a sí mismo “soy hijo de Dios en esta dimensión”, y como tal hijo de Dios, soy Dios encarnado, Dios está encarnado en mí, está en mi carne.

Este humano encuentra la realidad de la luz en su interior, en su esencia, y se reconoce como hijo de Dios, de tal manera que hay todo un trabajo en la forma de mirar.
La forma de mirar construye el pensamiento creador, decretador, porque recibe esa información que está percibiendo al mirar. Y al pasar al corazón, en lugar de a la mente, recupera esa conciencia.

De alguna manera podemos decir que esa forma de mirar del águila es el ensueño, porque la forma trascendente, la forma ampliada, la forma que ocupa todas las posibilidades de lo que está representado como águila sería el águila en su forma 13, en su forma trascendente, que es la consecuencia del ensueño, de tal manera que se sitúa en ese valor de hijo de Dios, que es la forma trascendente de esa apertura hacia todas las demás personas expresada por el enlazador.

José Cabal. Viatzolkin.com