Cuando crees que no te suceden cosas positivas, cuando sientes que tu energía decae o disminuye, sin duda es que estás vivo. Y sin duda es que la vida, el universo ha iniciado un diálogo contigo.
Quizás estabas montado en la inercia de las cosas o quizá te estabas dirigiendo en un camino que no iba a ninguna parte, porque no era tu camino. Y sucede que algo te para, no acompaña tu esfuerzo y entonces te paras y te cuestionas. En ese cuestionamiento estás hablando con tus guías. Eso quiere decir que es el momento de escuchar, no de desear. Es el momento de esperar, parar la marioneta y empezar a saber quién eres.
Cuando no suceden cosas buenas, es el momento de pararse. No es el momento de correr en cualquier dirección. Es el momento de pararse y revisar qué es lo que te dices, revisar qué es lo que crees de ti y qué es lo que crees que te rodea. Es el momento de saber quién eres y es el momento de mirar la realidad como un espejo. La realidad te dice quién crees que eres.
Es el momento de la alquimia, de la transmutación. Es el momento de perdonar, es el momento de bendecir y sobre todo es el momento de agradecer.
