Decimos que ya estamos en otra realidad. Decimos que el cambio ya se ha producido.

Lo que estamos diciendo es que ha habido un cambio sustancial. En el tiempo anterior la masa crítica, lo que se considera que son las personas a través de las cuales se produce el cambio en la humanidad, que actúan como la levadura que hace fermentar y transformarse toda la masa, dando lugar a un pan, se movían desde el propósito. Necesitaban situarse en un nivel meditativo donde pudiesen ver la nueva realidad, la realidad de la maravilla, y al verla, amarla, de modo que al amarla favorecían esa transformación.

Pero ahora el cambio es que esa masa crítica, siendo todavía útil el ver la maravilla, ahora necesita situarse en el valor de la transmutación.

En el periodo anterior, al ver, favorecías la resurrección. Pero ahora lo que es necesario para la transformación es el despertar de la transmutación. Es decir, la persona al ver iniciaba un proceso. Y ese proceso, en cada persona lo que ha despertado es la fuerza creadora desde el amor, la fuerza de la maravilla, para lo cual la persona tiene que haber transformado todo el miedo en energía divina encarnada.

De modo que cada suceso adverso lo pueda ver como una puerta que necesita abrir para que entre la luz y así transmutarlo. Y así que cada adversidad sea una oportunidad de ampliar la luz, siendo cada adversidad momento de aumentar ese centrado de la energía divina en su proceso de encarnación.

Entonces, estas personas actúan como soportes que sostienen la realidad, mientras que las demás personas realizan sus ajustes.

Por eso es el momento de diálogo, momento de hablar con Dios, pero escuchando.

Primero era el momento de cerrar los ojos para abrir los ojos de tu ser espiritual y ahora es el momento de dialogar pero escuchando. Y al escuchar, dejar que entre la maravilla en esta realidad compartida.

José Cabal. Viatzolkin.com