CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Dios aparece en cada rostro, o sea en cada ser humano, y se asoma al tiempo y en el tiempo. Se asoma para ser visto y reconocido por sus «otr@ yo», y al mismo tiempo esa visión reconocedora te despierta a lo óptimo.

El rostro expresa la individualidad y ahí es donde Dios se asoma al tiempo.
Dios aparece en la dimensión tiempo en cada rostro, pero viaja en los cromosomas que trasportan la información de esa individualidad y ese rostro.

Dios viaja en el tiempo en los cromosomas, o sea en la sexualidad y en el amor.
Por ello el tiempo es sagrado y la sexualidad también.