El daño del pasado, el daño ancestral, desaparece con el despertar de la conciencia. El despertar de la conciencia te sitúa en el presente real. Pero el presente real no responde a las leyes del inframundo. La conciencia, el despertar de tu ser espiritual te sitúa en la realidad espiritual cuya ley es el amor. Solo necesitas despertar tu cóndor, tu guerrero, tu Ajmaq, y nutrirte del daño, transmutar, amar la bomba atómica, los virus, el cambio climático.
Todo desaparece. Solo necesitas cerrar los ojos al miedo y abrirlos a la vida, al amor, al ser, al ser siendo, a la misericordia. Bubositos del mundo uníos. In lak ech. Amén.
José Cabal. Viatzolkin.com
