El fotón aparece como onda y como partícula, con comportamientos diferentes respondiendo a leyes diferentes, y por tanto a realidades o dimensiones diferentes.
Pero el ser humano también, lo sepa o no, lo crea o no, es dual, responde a leyes diferentes, incompatibles, imposibles si solo hubiera una realidad.
Entonces el ser humano, sabiéndolo o no, viéndolo o no, está en dos dimensiones o realidades diferentes.
Podríamos decir que en un determinado momento del tiempo del ser humano el fotón, sea quien sea ese o sea quien sea eso, se ha mostrado como un espejo.
Sea quien sea el fotón o sea lo que sea, muestra esa realidad unida en el presente. Pero es que el presente compuesto de aquí materia y ahora tiempo, también es dual. Unido pero separable. De hecho, si no hay aquí no hay ahora
Primero no hay tiempo, las rocas, las plantas, los animales no viven el tiempo. Si no hay conciencia no hay tiempo. No que si no estás tu no hay tiempo, sino que si no hay conciencia no hay tiempo. Pero la conciencia cuando aparece puede adentrarse en el no tiempo a través de la materia y encontrar los tiempos simultáneos.
Entonces el ser humano consciente, que es a lo que se puede llamar despierto, necesita ser ENLAZADOR, unidor.
Con su conciencia une el aquí con el ahora, y hace aparecer, crea, saca de lo invisible y hace visible el presente como OPORTUNIDAD de salir y trascender la materia, desvincularse de las leyes de la materia y entrar en la otra realidad.
Hay un momento que el ser humano encuentra su espíritu, su ser espiritual y, o teme y huye, al menos momentáneamente, o si ama la experiencia, se adentra, y en cada paso dentro necesita soltar fuera.
Entonces en algún momento necesita mirar el fotón, conocer el fotón.
José Cabal. Viatzolkin.com
