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El plasma en el ser humano (septiembre 2016)

Vemos al sol redondo y damos por hecho que lo es, pero la pregunta es si en realidad es redondo el sol.

¿Es redondo el sol? Vemos al sol redondo y a la luna redonda y por eso quizá pensamos que la materia de la que están hechos es igual. Pensamos eso porque vemos la luna en el cielo, que se mueve y emite luz, y el sol en el cielo también aparece como redondo, emitiendo luz y moviéndose.

Parecen iguales, de la misma naturaleza y de la misma materia, aunque el sol emita más luz que la luna. La luna no te ciega al mirarla, pero el sol sí te obliga a cerrar los ojos. Pero el caso es que parecen de una materia similar.

Sin embargo, no es así, porque el sol es plasma, que no es una materia similar a la que nosotros tenemos en la tierra. La luna sí parece ser de una materia similar a la de la tierra, porque es una materia sólida que te sustenta. Estás de pie y puedes construir cosas encima; es de una materia sólida.

Sin embargo, el sol está compuesto de plasma y no es sólido.

Hay una gran diferencia entre el sol, la luna y la tierra.

El sol está compuesto aproximadamente en un 75% por hidrógeno, siendo el resto principalmente helio. Ambos son gases. Solamente un 2% aproximadamente son metales, incluyendo en este término el oxígeno, carbono, etc., lo cual le confiere una característica de ser un gas con muy poca densidad.

Mientras, en la superficie de la tierra y la luna sucede al revés. Son materias sólidas las que lo componen. La tierra no es un gas y la luna no es un gas.

La superficie que vemos del sol es la fotosfera. Es una imagen óptica, una convención y un acuerdo. Es la superficie de la luminosidad, pero no es la materia sino la luz. Consecuentemente, el círculo que forma el sol ante los ojos, que sería la fotosfera, es una imagen de una luz y no de un sólido.

El sol en realidad es plasma, un gas calentado, en este caso por la fusión nuclear a altísimas temperaturas. Pero, aunque veamos un círculo al mirarlo, no tiene una superficie definida donde se pueda posar una nave o estar de pie una persona, en el supuesto caso que no se desintegrase con esa temperatura.

El cosmos contiene materia sólida y el ser humano también, en su cuerpo.

En el cosmos encontramos materia líquida, por ejemplo agua, que se encuentra en distintos lugares del cosmos además de en la tierra. Y el ser humano tiene también materia líquida, como su sangre y los líquidos corporales.

En la realidad existen el fuego y los procesos de oxidación/reducción, y en el ser humano también, en los procesos de anabolismo y catabolismo.

En el cosmos existe materia gaseosa, y en el ser humano también, como el oxígeno en la respiración.

Las distintas formas en que se presenta la materia también existen en el ser humano. Pero hay una quinta representación de la materia, el plasma, que es como están las estrellas. La pregunta es dónde está el plasma en el ser humano.

En el plasma, los átomos y las moléculas responden a leyes diferentes del estado sólido, líquido, gaseoso e incluso diferentes de la oxidación/reducción del fuego. Y todo eso está presente en el ser humano.

Identificar el plasma en el ser humano es importante. Identificar dónde aparece la quinta manifestación de la materia en el ser humano, es decir, dónde aparece la vida en la forma en que están las estrellas. ¿O acaso no aparece en el ser humano, porque no tiene nada que ver? Pero en la tierra también hay plasma, ya que aparece por ejemplo en los rayos de una tormenta.

Ahí va una respuesta. El plasma del ser humano aparece en la realidad espiritual iluminada. El ser humano camina hacia la iluminación. Ese es el presente. La iluminación del ser humano.