El primer «trabajo», “entrenamiento” o “despertar” es sentir. Descifrar el sentir es ver. Entonces, el primer trabajo es ver, encontrar realidad al ver.

El segundo es descifrar, ver, saber, reconocer lo que ves, y el tercero identificar quién lo ve. ¿Lo que ves, lo ves desde tu ser real o desde tu personaje?

Lo que ves, la realidad que encuentras, ¿la ves desde tu energía divina, luz, Dios encarnado o desde tu personaje, desde tu ego?

Y para eso necesitar descifrar el sentir. Sentir siempre está contigo, como respirar. Cuando encuentras, en la forma que sea, que respirar y sentir son de alguna manera lo mismo puedes decidir libre y voluntariamente concentrar tu conciencia, tu ver en sentir.

Entonces despiertas el sentir y resucitas, estás vivo, cada vez más vivo porque liberas, desatas la vida dormida, atada, sedada en ti.

Respirar y sentir es estar vivo. Solo si respiras estás vivo, y ahora la cuestión es para qué. Pero resulta que solo sientes si estás vivo. Lo muerto no siente.

Despertar el sentir, como respirar, es estar vivo, vivir de forma básica, porque vivir es más, mucho más que estar vivo, pero es el camino autoexistente para ser, vivir en plenitud.

José Cabal. Viatzolkin.com