El ser humano está centrado de fábrica. Eso es lo que hace la columna vertebral en lo visible y la llamada por analogía «serpiente de luz» o kundalini, en lo invisible.
La columna vertebral centra al ser humano, de modo que se puede ver fácilmente cuándo se aleja del centro porque se tuerce. Hay personas cuya cabeza se acerca como postura habitual hacia el tronco, hundiendo el pecho y cerrando el corazón. Hay personas a las que el hígado les pesa excesivamente y se tuercen a la derecha, quedando su hombro izquierdo más alto que el derecho. O personas que se tuercen a la izquierda. Hay personas, muchísimas, que acortan una pierna u otra desestabilizando y torciendo toda la columna, forzando a realizar múltiples compensaciones y consumiendo su energía, mostrando así su conflicto con la kundalini.
Esto muchas veces nos invita a sanar el linaje. Es decir, nos invita a escuchar a los ancestros.
La columna vertebral va desde las piernas hasta la cabeza. Entra en la cabeza desde las cervicales y continúa con el esfenoides y el occipital. El esfenoides y el occipital también son vértebras y asiento de la kundalini.
Muchas personas tienen un lado de la cara más grande que el otro, debido a que se alejan del centro. Si el esfenoides se inclina o tuerce en una dirección u otra, la cara también se tuerce, mostrando así que la kundalini no solo es un asunto personal sino grupal, que quiere comunicarse con todas las demás personas. Y lo hace, con tu colaboración y conciencia, o no.
El centro viene de fábrica. Es importante situarte en el centro, recuperar el centro, saber qué sucede ahí y por qué el diseño es así. El diseño contiene un lugar central lleno de energía ascendente. Hay una escalera que comunica el cielo y la cabeza con la tierra y los pies.
Parece, o pudiera parecer, que lo importante es arriba, pero abajo, el humilde abajo, es fundamental porque solo puedes ascender cuando aparece abajo, la tierra.
Hay personas cuya misión es ser tierra, quizás todas en algún momento, y al ser tierra permiten a otras personas tocar tierra y comenzar el ascenso. Eso también es amor.
Es importante situar la conciencia en el centro. Y también en el amor.
