CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Vamos calentando motores para el curso del fin de semana:
LA ONDA ENCANTADA
Se llama Onda Encantada a cualquier ciclo de trece: trece días, trece semanas, trece lunas, trece años, etc.
En la Onda Encantada de 13 sellos (de nacimiento, cumpleaños, colectivo,..), cada sello está asociado a un tono distinto, con un objetivo común. El tono 1 es el propósito de la onda encantada, y por lo tanto de los 13 sellos de la misma, y el tono 13 es el que termina la onda, determinando el fin del trabajo.

Una persona puede estar viviendo en relación a su sello, pero también a su onda de nacimiento, o a la del cumpleaños o a la del año. Son informaciones que se pueden sumar o focalizar.
En la onda encantada la fuerza ya no proviene del sello, sino del propio enlazamiento de la onda, de tal manera que un sello significa algo por sí, pero también significa algo diferente según la posición que tenga en la onda.
Cuando hablamos de sellos, hablamos de decisiones personales. Lo que significa el sello es algo que tiene que ver con una persona, pero cuando hablamos de ondas, hablamos de un trabajo colectivo.
Toda tarea grupal se expresa a través de las ondas.
El primer contacto de una persona con el Tzolkin suele ser el conocimiento de su sello personal. Ser perro o semilla o cualquier otro sello, aporta una información que tiene que ver con uno mismo.
Una vez que lo reconoces y, si es necesario activas, entonces puedes empezar a ocuparte del tono del sello, es decir de la posición del sello en la onda encantada.

La onda encantada, cuando notifica el propósito proporciona una información, pero en el momento en que descubres el desafío (tono 2), y ves que es algo que te pone en movimiento y que al enfrentarte a ello consigues más claridad, es cuando estás activando la onda y comenzando a trabajar en ella.
Y en ese momento ya puedes ponerte voluntariamente a reconocer el propósito de la onda y cada uno de los sellos que la componen, en el orden en que están en la onda.

Cada persona vive a lo largo de su vida cuatro sellos, en todos los tonos posibles.
En total son 52 combinaciones de tono y sello, de modo que después de las 52 experiencias se vuelven a repetir.
Sin embargo, cada persona vive todas y cada una de las 20 ondas. Es decir, trabaja con todas las posibilidades de 4 sellos y con todas las ondas. Las ondas expresan a todos los seres humanos.
El arquetipo humano contiene una expresión directa de todas las ondas, de modo que después de conocer los sellos relacionados con tu kin de nacimiento y tu kin anual, es imprescindible conocer todas las ondas para activar el proceso evolutivo y reconocer su vibración de modo interno individualizado.

LOS TONOS EN LA ONDA ENCANTADA
La teoría del Tzolkin nos dice que en la onda encantada el tono uno, que es el propósito de la onda o la propuesta, el tono cinco, el nueve y el trece, que es el final de la onda, están en una dimensión más elevada.
El tono uno, el propósito, viene como propuesta desde una dimensión más elevada, como una ayuda para evolucionar y resolver. El tono cinco y el tono nueve son tonos desde esa dimensión trascendente, que aportan energía para avanzar y concluir la onda. Y el tono trece sucede desde esa dimensión trascendente como final, como expansión.
Todos los demás tonos suceden en nuestra dimensión normal temporal. El tono dos, que se considera como “desafío”, es el auténtico inicio del desarrollo del propósito de la onda. Como este propósito viene de una dimensión superior, “choca“ con el plan normal de la persona, bien porque este plan de la persona sea una simple rutina ajena al ser espiritual de la persona, bien porque sea simplemente la forma en que los hijos repiten a los padres, o cualquier otra manera de vivir carente de conciencia. El caso es que en determinados momentos irrumpe algo que modifica a la persona y le sitúa en un “comienzo”: guerras, accidentes, crisis, hallazgos, sorpresas. En estos momentos todo esto es habitual.
Con esto es con lo que tiene que ver el tono dos. Parece algo incómodo y no deseado, pero te traslada a un nuevo escenario finalmente mejor.
El final en esta dimensión sería lo indicado en el tono doce. El tono cristal. El 12.
El tono doce responde a la pregunta ¿cómo puedo colaborar con todo lo que existe? Esta disposición de los tonos contiene una enseñanza no explícita pero sí real. El tono doce, final de la evolución antes de la trascendencia, presenta la realidad de esta evolución. El final es abandonar los planes personales a favor de todo lo que existe. Comportarse como el sol, que trabaja permanentemente a favor de todo lo que existe, como el agua que nutre y favorece a plantas, animales, insectos, etc., como la atmósfera…. Todo lo existente es generoso, benéfico, incansable.
La propuesta implícita del Tzolkin es colaborar con todo lo que existe, disfrutar abandonando los planes personales y colaborando con todo lo que existe.
Luego en cada onda, este tono doce va a representar algo diferente, pero el tono doce es esa madurez final previa a la trascendencia.