En una sociedad gobernada por mujeres no habría abortos, porque no habría embarazos no deseados.
En una sociedad gobernada por mujeres el aborto intencionado no existiría porque la mujer es SABIA y previsora y sabe que el momento de decidir es antes de que ocurra, no después, y que para eso existen los anticonceptivos.
En una sociedad gobernada por mujeres, donde la energía femenina estuviese reconocida, valorada y respetada solo sucederían abortos como resultado de algún hecho traumático, accidente o disfunción, porque el aborto no existe en sociedades grupales donde todos suman en favor del grupo, de modo que cada nuevo nacimiento es uno más, y sí existe en estas sociedades donde se prima el beneficio propio y abusar de los otros bajo la ley del más fuerte.
El aborto es ANTIMUJER, o sea que en una sociedad gobernada por mujeres no habría aborto, porque es un acto de guerra y de sumisión contra la mujer.
En una sociedad gobernada por mujeres habría paz y no abortos, que son un acto de guerra que solo beneficia a los HOMBRES QUE NO AMAN A LAS MUJERES y a nadie más.
Ninguna mujer en ninguna sociedad aborta por motivos económicos; lo que hace una mujer en situación incluso de extrema necesidad es MILAGROS para que sus hijos vivan y en todo caso privarse de lo necesario en favor de ellos. Ni siquiera en las sociedades animales la madre atenta contra su prole, pero el macho sí.
Las mujeres que han abortado saben el daño que han sufrido, y también saben que el motivo del aborto siempre ha estado unido a falta de amor.
El aborto traduce la sociedad del depredador, o sea del miedo, y no del amor. Sin embargo la realidad real es que lo que sustenta la vida es el amor, y que precisamente la encargada en primera instancia de dar soporte a la vida es la mujer. Por eso el aborto es profundamente contrario a la mujer.
La humanidad, llegada a este momento de evolución necesita la paz y por eso necesita a la mujer, no al 50%, sino al 100%. Por eso la paridad es un concepto que quizá sea bonito, pero la humanidad no necesita un 50% de mujeres comparsas del depredador, sino un 100% de mujeres sustentando la vida y dando soporte a la expansión de la conciencia desde el amor, o sea desde la sabiduría del amor, que permite la vivencia de la totalidad, o sea de la realidad expandida.
La realidad de la mujer da soporte a la realidad del gozo, de la plenitud y del amor. Por eso reivindicamos el 100% de respeto, de valoración, de presencia y de la liberación de la energía femenina y de la mujer.
La mujer es imprescindible para la paz, y por eso es imprescindible su colocación en todos los resortes de poder, o sea más sociedad y menos estado.
Y la mujer siempre crea sociedad; desde el momento en que se queda en estado ya está creando sociedad, y además sin mandar, sin lucrarse, dando soporte a la vida.
Pero cuidado, la mujer no es una fábrica de bebés.
