Es necesario saber quién es Tohil, porque si no sabemos quién es Tohil y estamos hablando de Tohil, que no sabemos quién es, estamos simplemente repitiendo un sonido como un lorito repitiendo sonidos.
Si no sabemos quién es Tohil, y pensamos, meditamos y hablamos de Tohil solo hacemos ruido. Si no sabemos quién es Tohil, quién es Avilix, quién es Hacavitz, solo hacemos ruido cuando los nombramos mentalmente, en el pensamiento, o sonoramente en una conversación.
¿Y quién quiere hacer ruido? Hablar de Tohil es hablar de ti cuando eres luz, cuando eres sabiduría amorosa, creadora de maravilla. Hablar de Avilix es hablar de ti cuando eres agua, cuando eres amor nutritivo generoso, creador de vida. Hablar de Hacavitz es hablar de ti consciente, despierto, íntegro, dispuesto, libre, sosteniendo la vida, el amor, la maravilla, viendo, reconociendo a Tohil y Avilix en cada persona.
¿Para qué hacer ruido si la música es bella?
José Cabal. Viatzolkin.com
