CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Estamos en el tiempo de las palabras. No estamos en el tiempo de las cosas. Puede parecer que estamos en el tiempo de las cosas por la abundancia de cosas que ahora mismo nos rodea, que ahora mismo se ha convertido en fundamental, pero solo aparentemente.

Ahora las cosas se han convertido en fundamentales, por eso hay que estar constantemente fabricando cosas que se rompan para volver a fabricar cosas, pero que muchas veces ni son necesarias ya que podrían tener una duración mucho mayor y ser reparadas constantemente.

Por eso parece que estamos en el tiempo de las cosas, que es también el tiempo de las necesidades falsas. A través de una palabra te enganchas a una necesidad, como si eso fuera necesario, o a través de una palabra te enganchas a una ideología, a un pensamiento, porque donde está ahora mismo el foco de la luz es en la palabra.

La palabra te crea falsas necesidades, incluso falsas enfermedades, pero es como quien está delimitando el territorio del no, para que tú encuentres el territorio del sí, que comienza cuando empiezas con tu conciencia a ver qué sucede simplemente al invocar, al nombrar, al hablar.

Es el momento de hablar de lo que quieres que sucede, pero también de lo que amas. No es el momento de hablar de lo que no quieres que suceda y temes que suceda, ni tampoco de hablar desde el miedo, el odio o el enfado.

La realidad aparece a través de las palabras, incluso en tu cuerpo aparece la realidad a través de las palabras, ya que estas crean hormonas y respuestas fisiológicas.

Es el momento de la palabra porque es el momento de la conciencia. Es el momento de “quién soy”, “dónde estoy”, “qué digo que sucede”, “quién son las demás personas que me rodean”…

La palabra te introduce en lo mágico, y lo mágico es encontrar que la realidad responde a tu palabra. Lo mágico es encontrar que las cosas no suceden según has aprendido desde el miedo y desde el dolor.

Por eso es un momento necesario para desaprender lo aprendido y simplemente situarte en la conciencia diciendo “no se qué puedo suceder, pero quiero tal cosa, necesito tal cosa, amo tal cosa”.

Gracias. Bendición.