Hay un inicio en el castillo azul. El inicio del tiempo de vivir.
El tiempo de envejecer y morir se transforma en tiempo de vivir. Muta. La muerte extingue y cesa, y la vida es, está.
Marte es el Dios, la fuerza plena del Amor, la vida plena, la vida real.
El castillo azul, en el mapa del tesoro que es el Tzolkin, aparece descrito como el quantum o contenido entre la Serpiente 1 y el Guerrero 13.
Es el lugar de Cuauhtémoc. El lugar del Cristo. El lugar del Siervo de Yahveh ante quien se vuelve el rostro.
Alguien puede preguntarse ¿cómo entrar, cómo estar ahí? Y la respuesta es fácil. La Serpiente 1, Quetzalcóatl, significa por su símbolo numérico 1 que es un propósito. El inicio es un simple propósito, y los propósitos son fáciles.
Serpiente 1, ser sabio como el rey sabio Quetzalcóatl, que aprendió en su sabiduría a reconocerse como pecador, es el propósito que abre el tiempo, donde la muerte y la guerra mutan y se transforman en amor y vida.
El propósito de aprender de la experiencia y transformarte, como la serpiente muta o cambia su piel, su ser, como resultado de perdonar, permite aparecer tu ser real. Con la vieja piel desaparece tu viejo ser de muerte, tu asesino que viaja hacia la muerte.
Amar, desear, ser Quetzalcóatl, que se eleva o vuela al cielo y camina sobre el agua, es amar, desear, asumir el propósito de realizar la experiencia de perdonar, y al perdonar florecer, ser íntegro, porque “ser tú” es ser amor y entonces ser vida.
Así de fácil. Solo necesitas verlo, y al verlo amarlo, amar que suceda, y al amar que suceda, permitir, abrir la puerta desde tu libertad. Y al ser tú, simplemente por amarlo, recuperas tu realidad de Rey. Y como Rey dices, y lo que dices sucede.
José Cabal. Viatzolkin.com
